Como nieto de zapatero que soy le tengo gran respecto al gremio pero no por ello he de dejar de reconocer que cuando hoy día se menciona a un “zapatero” la mayor parte de la gente relaciona el término con el segundo apellido del todavía presidente del gobierno el ínclito José Luis Rodríguez Zapatero, también conocido por el grafema “ZP” , por la gracia de un invento electoral de mi paisano Pepe o Pepiño Blanco, en otra hora aldeano y hoy, iletrado ministro, que se le ocurrió que vendería, electoralmente hablando, más que José Luis Rodríguez Zapatero se llamara ZP, por aquello del slogan, pues lo de Rodríguez, presidente, como que no sonaba bien .
Así que me guste o no, le guste o no a los humildes “zapateros remendones” , oficio que ya era apreciado en la antigua china, en España cuando dices “zapatero” la mayoría pensaran en un presidente que se apellida Rodríguez y no en este humilde oficio.
Así que la frase con que titulo esta entrada de mi blog no se refiere al “zapatero presidente” y si al oficio de remendador de zapatos, que dio origen a la conocida frase y que sin citarla expresamente ha sido lo que José Luis le ha dicho a Juan Carlos con respecto a la idea de hacer un “pacto de estado”
La expresión «Zapatero a tus zapatos». Que ya digo es más bien una frase hecha con pasado histórico que un refrán, pero ejemplifica a la perfección el miedo al cambio, la prudencia mohosa, el temor a arriesgar.
La frase originalmente es : » Ne supra crepidam sutor judicaret » que se traduciría como : » El zapatero no debe de juzgar más arriba de las sandalias » y es atribuida por Plinio, el viejo al entonces conocido Apeles (me refiero al pintor nacido en la isla de Cos el año 352 A.C. y no al televisivo Padre Apeles, catalán nacido en fecha indeterminada) con ocasión de que cierto zapatero le criticara uno de sus cuadros por lo mal representadas que estaban las zapatillas lo que le obligo a retocarlas, terminada tal labor volvió a exponer públicamente el cuadro y volvió el mismo zapatero a criticarle otras partes de la figura que en el mismo se representaba, probablemente era un cuadro de encargo, lo que irrito al pintor que era algo engreído, así que este, como pretende ahora ZP con el Rey, le censuro diciendo la dicha frase, que ha quedado reducida al dicho o refrán español: “Zapatero, a tus zapatos”
Personalmente, y contrariamente a lo que opina otros, yo no creo que sea necesario un pacto de estado, entre otras cosas porque existen otras formulas más eficaces que van desde que ZP se someta a la cuestión de confianza si la cámara no respalda su política a que convoque elecciones anticipadas. Creo que el pacto de estado solo le daría un balón de oxigeno para llegar a las elecciones generales e incluso seguir en el poder con la ayuda de los nacionalistas.
Detener la caída libre hacia el descredito a que está sometido ZP , con su propio partido cuestionándolo como candidato a las próximas elecciones, sería un tremendo error político por parte de mi paisano Mariano, así que le invito a que tenga el valor de decirle el también al Borbón, que le ríe las gracias al dictador venezolano, eso mismo de “Zapatero a tus zapatos”.
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