Los fenómenos naturales son como los recordatorios de nuestro humilde permanecer sobre la faz de este tercer planeta que da vueltas en torno a una estrella mediana que llamamos sol, en un universo que nos resulta desconocido.

Muchos olvidamos, y lo que es peor, muchos mas no saben, que vivimos sobre un océano subterráneo de rocas fundidas, que llaman lava o magna, que tiene una temperatura entre  700 °C hasta más de 1.500 °C., que contra lo que se creía antiguamente no son el residuo de un antiguo estado incandescente de la Tierra, como si fuera un sol apagándose, si no que son el resultado de un proceso de radiactividad vivo, eso que descubrieran, y les causo la muerte, el matrimonio Curie,   que se produce en interior de la tierra, cuyo núcleo es sólido, según estableció esta señora con pinta de venerable abuelita, que era danesa y se llamaba Inge Lehmann.

La existencia de un núcleo de la tierra solido, cuya rotación y radiación causa temperaturas superiores a  los 6.700 °C , que funde las rocas que se convierten en lava o magna, que en su lógico ascender mueve las capas solidas de la tierra produciendo,  eso que conocemos como temblores de tierra o terremotos,  una energia y esta energía, al transformarse en calor, se convierte en una energía aprovechable, recibiendo el nombre de energía geotérmica, que será la que permitirá que el género humano supervivida después de que se agote el petróleo y la energía nuclear sea desechable por nociva y peligrosa.

Curiosa paradoja, que lo que es el origen de las recientes  muertes en Lorca o en Japón sea a su vez  la esperanza  de la vida en el futuro de la humanidad.

Pasar por un temblor de tierra  puede ser  traumático o indiferente  según donde te encuentres, porque las muertes o los daños materiales no tienen por qué darse necesariamente. Todo depende de las infraestructuras sobre las cuales hayamos realizado nuestro asentamiento humano.

Según las estadísticas, en un año, puede producirse un terremoto de magnitud 8, pero pueden registrarse unos quince de magnitud entre 7 y 8, y nada menos que 140 entre los niveles 6 y 7. Estos  movimientos telúricos pueden  ocurrir en zonas pobladas, pero también se registran otras  zonas perdidas del Pacífico, Alaska o Siberia, y con  de magnitud 7 y no se entera nadie.

Las causas de las muertes y los destrozos están pues en cómo están construidas las infraestructuras, viviendas, puentes, etc. etc. , y en el fondo subyace la especulación urbanística, la falta de exigencias de normas antisísmicas para construir, en definitiva la falta de prevención.

Viví, y si recuerdo instantes de aquellos escasos minutos todavía se me pone “carne de gallina”, el terremoto de la madrugada del 28 de febrero de 1969, en Sevilla, en el palacio de San Telmo, de magnitud 7,3 , en la  escala sismológica de Richter y se por experiencia propia lo traumatizantes que puede ser el fenómeno, que por cierto no era nuevo para mí, pues en mi estancia en Venezuela, ya había pasado por ese trance, en valores de intensidad más bajos.

En Lorca el número de afectados es muy grande, así que las medidas que hay que tomar son necesariamente resolutivas, mirando  más a los ejemplos de ciudades como la reconstruida Agadir que no a la italiana L’Aquila, que dos años después del terremoto sigue destruida y sin plan de futuro.

Ahora. que se han enterrado los muertos, la gente debería de dejar de lamentarse y pasar a la accion. Puede comenzar por exigir Justicia, empezando por las edificaciones que se han caído. Porque no hemos de olvidar que si los temblores son iguales para todos, las consecuencias no lo son, debido a que no todos vivimos en los mismos edificios . Revisar si se cumplieron las normas, y si se vigilo que se cumplieran, puede ser un ejercicio de catarsis colectiva que ayuda a superar el estado extraordinario de aflicción que el inocente y previsible fenómeno natural suele producir.

Y ya de paso, pienso, que se deberian de suspender la celebracion de las elecciones locales en la zona, algo fatible y perfectamente legal. Lo que no solo facilitaria el sosiego a los votantes si no que ademas de paso le permitira reflesionar sobre quienes son los politicos que mas les convienen para llevar a efecto la magna obra de reconstrucion, de la que era ya, antes de esos ultimos templores, la zona de mas actividad sismica de España.