Desde el sillón de nuestras casas estamos asistiendo a la caídas de los dirigentes de los países de nuestro entorno, eran de todo color y condición, y su salida del poder directo de sus países lo ha sido por variados métodos y razones, pero en definitiva se han ido.
Sin duda cada dirigente tenía un concepto distinto de cómo se debía de llevar las cosas de la “rex publica” , pero lo cierto es que fueron elegidos por el llamado método democrático y tras un proceso de elecciones, en el cual se supone que la mayoría del pueblo o ciudadanos expresan su opinión sobre quien quiere que les mande.
Detrás de esos dirigentes hay un partido político, que supuestamente le apoyan y supuestamente están de acuerdo con lo que hace su dirigente o lo que debería de ser lo mismo, el dirigente hace lo que quiere su partido político.
Ahora bien una de las cosas que se suponen que representan los dirigentes de los países es la soberanía, o lo que es lo mismo la independencia de ese país con respecto al resto de países.
Pero la soberanía es un concepto político que representa una idea de independencia de un pueblo, que es la colectividad que vive bajo normas comunes que le son propias y que satisfacen las necesidades de esa colectividad.
Así, según Rousseau, ideólogo de la revolución francesa, todos los ciudadanos serían libres e iguales, puesto que nadie obedecería o sería mandado por un individuo o grupo de individuos sino por la voluntad general que se refleja en la organización de un estado o administración pública que es quien tiene el poder soberano que se ejercer de acuerdo a las leyes, que señala lo correcto y lo que es conforme al bien común.
Por lo tanto cada colectividad, que ocupa un determinado territorio, que recibe el nombre de país o nación, seria soberana porque tendría sus propias leyes de acuerdo con las cuales vivirían los integrantes de las mismas, por las cuales satisfarían sus necesidades.
Como parte de esa independencia, y en uso de su propia soberanía, cada país o nación elige a sus dirigentes o representantes políticos.
Con el establecimiento de la Unión Europea que actualmente integra a veintisiete países o naciones europeas, y fue establecida con la entrada en vigor del Tratado de la Unión Europea (TUE), el 1 de noviembre de 1993, se produce un fenómeno de cesión parcial de la soberanía, de tal forma que parte de las leyes por las cuales se rigen los integrantes de estos países, los llamados ciudadanos, le vienen dadas por las decisiones que se toman por los órganos de gobierno de la Unión, cuyo funcionamiento y origen tiene más bien un carácter propio de una “oligarquía” (Forma de gobierno en la cual el poder supremo es ejercido por un reducido grupo de personas .) que de una democracia.
Y en ese estado de cosas o como consecuencia del mismo, estamos asistiendo a la imposición de medidas de carácter económico y social por parte del gobierno de la Unión Europea a unos determinadas colectividades, caso Grecia, Italia, Portugal y España. Y de paso se está dando el caso de que sus dirigentes políticos, buenos o malos, pero suyos, están siendo obligados a dejar sus cargos, mediantes dimisiones.
La causa final de todas estas imposiciones del gobierno de la unión es prácticamente la misma en todos los casos, el llamado ajuste presupuestario, que no es otra cosa que ajustar los gastos a los ingresos. Que es algo que parece lógico pero que no es fácil pues los dirigentes políticos por necesidades electorales o por corrupción tienden a gastar más dinero del que recaudan, lo cual supone que la mayoría de los servicios a colectividad, esos por las cuales se satisfarían sus necesidades, se hacen a base del llamado “déficit presupuestario” que se rellena con endeudamiento o lo que es lo mismo pidiendo prestado el dinero que les falta a los políticos para cumplir con el presupuesto y con sus compromisos con sus electores.
Ese endeudamiento se hace mediante la emisión de la llamada “deuda soberana” , que en definitiva no es otra cosa que ir al mercado del dinero internacional diciendo te doy tanto de interés si me presta tanto dinero a tanto tiempo. Y claro esta se produce un doble endeudamiento el que produce el dinero para gastar y el que produce los intereses.
Los dirigentes políticos griegos, italianos y españoles de una forma escandalosa han vendido abusando del “déficit presupuestario” , gastando mucho más de lo que se ingresaba y lo que es peor endeudándose en cántidades enormes de dinero que no se van a poder devolver nunca jamás. De ahí la “quita” o perdón del 50 por ciento de la deuda a Grecia.
Y ante dirigentes políticos así de derrochadores, la última solución que nace de las mentes pensantes del capitalismo no es otra que sustituyamos a los dirigentes políticos por dirigentes tecnócratas.
O lo que es lo mismo: Tecnócratas al poder…. y ahora podremos entender porque Rajoy dijo lo que dijo en Zaragoza
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