Las gentes que estaban en Haití deben por lo tanto estar doblemente horrorizadas, por el fenómeno en sí y por sus consecuencias catastróficas de este en la población y en sus bienes. Debe de ser horrible de repente encontrarse con tu familia diezmada, con los cadáveres tirados por las calles y encontrarte sin nada.
Ahora bien, después de la necesaria solidaridad con las víctimas, seria necesario platearse que hay buscar a los culpables y administrar justicia. Porque hoy día sabemos mucho sobre terremotos y sabemos que en sí mismos no son los causantes de que las casas se caigan, si no que estas se caen porque están mal construidas. En Sevilla en Febrero del 1969 en el terremoto que me toco vivir, a pesar de su fuerza 7.5, no hubo víctimas y solo se cayó una casa que ya antes amenazaba ruina.
La experiencia de lo ocurrido en Turquía en 1999 , debe de ser tenida en consideración ahora para tratar el terremoto de Haití , no solo porque en Turquía se demostró que las únicas casa que se caen son las mal construidas, si no porque además se debe de buscar y juzgar a los culpables de que las casas se caigan. Ahora bien ¿quién va hacer eso?, ¿quién va a encausar y a juzgar a los culpables de que las casas de Haití se caigan y produzcan miles de víctimas?.
En buena lógica la respuesta seria pues las instituciones del estado de Haití, pero lo que ocurre es que alli no existe «Estado». En realidad es solo un territorio donde malviven unos 10 millones de personas.
Haití hasta finales del siglo XVII no nace como territorio independiente de España, en la división que se hace de la Isla La española, que descubriera Colom en 1492. Curiosamente en el tratado de Rijswijk se cambia la posesión que tenían los franceses de Cataluña, por la posesión de un tercio de la española, que se denominaría Haití. Por ello se puede afirmar que la nación catalana, hoy de Montilla, es melliza, no gemela, de la nación haitiana, pues ambas nacen a la par.
En Haití ya antes del terremoto no había un estado propiamente dicho y entendiendo por estado «el conjunto de instituciones que poseen la autoridad y potestad para establecer las normas que regulan una sociedad, teniendo soberanía interna y externa sobre un territorio determinado». En Haití, después de la larga dictadura de «Papa Doc» lo que funcionaba era el control de la población, en su 47 % analfabetos, por medio de una oligarquía formada por los militares y políticos católicos pro americanos, cuyo último exponente era el actual presidente que se había reconvertido en izquierdista y progresista en el que resulta el país más pobre de occidente.
Como la mayoría del país solo funcionaba gracia a la presencia de las tropas de las Naciones Unidas, que sustituyeron a las tropas norteamericanas, francesas, canadienses y chilenas que invadieron la región en el 2004. Es de esperar que la destrucción creada con ocasión del terremoto de hace unos días alcanze unas dimensiones extraordinarias, ya se ha hecho una evaluación provisional que dice que un gran porcentaje de los edificios públicos -tales como hospitales, escuelas, estaciones de policía, oficinas de ministerios, iglesias, cárceles e incluso morgues, etc- han sido destruidas o dañadas de tal forma que no se pueden utilizar. Igualmente un gran porcentaje del personal cualificado ha sido fuertemente afectado, la propia ONU ya cuenta con medio centenar de sus miembros muertos. Lo mismo se puede decir de la infraestructura de comunicaciones, donde únicamente funciona las que van por satélite. Y como la desesperación de las víctimas pueda dar paso a altercados y es de esperar que reinara la anarquía creada por la falta de una estructura administrativa fiable.
Por lo tanto ante esta situación ya no solo se hace aconsejable la presencia de las tropas que Omaba ha prometido enviar, unos 10.000 soldados, si no que además la comunidad internacional, por medio de la ONU, debería de tomar el control de todo el país y de un modo excepcional crear un nuevo estado para los haitianos, algo similar a lo que se hace en Irak. Porque de que enviar miles de toneladas de ayuda si la reconstrucción se hace sobre la obsoleta y en algunos casos corrupta administración publica hatiana.Sin duda la poblacion de Haití necesita ahora repuestas humanitarias de la comunidad internacional y que mejor ocasion para que se haga un cambio total de sus cirsustancias politicas, economicas y sociales. Y se le ayude poniendo los cimientos de una nueva nacion, porque lo contrario solo sera en definitiva un gran despilfarro dentro de la hipocrecia que normalmente se ejerce desde paises los ricos hacia los paises pobres.
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