El sistema electoral de Estados Unidos es ciertamente muy peculiar y en algunos aspectos incluso antidemocrático.
Baso mi anterior afirmación en dos elementos claves en cualquier sistema electoral, a saber: quienes votan y a quienes se votan.
Comenzaremos con el hecho estadístico de que, en una población de más de 300 millones de habitantes, solo han votado en las ultimas elecciones 118.474.438 personas y de estas 60.382.105 lo hicieron por Obama y 57.590.238 por Romney . Y ello es así porque allí, contrariamente a lo que ocurre en estos lares europeístas, los electores tiene que de modo expreso apuntarse en el censo electoral en su lugar de residencia, y no exactamente como si se empadronaran puesto que puedes estar empadronado y no estar inscripto en el colegio electoral que te corresponde. El votante en EE.UU. debe de instar de modo expreso su derecho a votar.
Seguiremos por el a quienes se vota por esos electores, inscriptos previamente y expresamente para cada elección. Pues si bien es cierto que la papeleta pone el nombre del candidato a presidente y a vicepresidente, pero lo realmente cierto es que se vota por número total de compromisarios o votos electorales pre establecidos que corresponda en cada circunscripción electoral. Me explico: si se trata de la circunscripción electoral del estado de Texas, a esta le corresponde 34 de los 538 compromisarios totales que se disputan, de tal modo que si al hacer las votaciones, sobre un censo de 7.312.298 de votantes pre inscriptos y el resultado fuera 2.816.501 votos para el candidato del partido “A” , esto es el 38 por ciento de los votos, y 4.495.797 votos para el candidato del partido “B”, esto es el 61 por ciento de los votos. El total de los compromisarios en liza en esa circunscripción, esto es los 34 serian para el partido “B” y no se realizaría una distribución proporcional de los mismos como seria lo lógico en un sistema democrático de representación proporcional.
Así, partiendo de un previo reparto de los 538 compromisarios, que si se distribuyen en proporción al número de los electores inscriptos en cada una de las circunscripciones electorales, se hace un reparto de los votos de un modo que NO ES PROPORCIONAL al resultado del recuento de votos, pues el ganador en la circunscripción se atribuye todos los compromisarios y no el numero que proporcionalmente le hubiera correspondido. Así pues con independencia de cuantos votos tengan los candidatos, votos directos, el presidente es elegido según el numero de compromisarios, también llamados votos electorales, que hubiera obtenido en el conjunto de las circunscripciones electorales.
Así en las elecciones del año 2000: Bush obtuvo 271 votos electorales, a pesar de que el candidato del Partido Demócrata, Al Gore ganó la votación popular. Bush logró 50.455.156 votos directos, equivalentes al 47%, y Al Gore 50.992.335, o 48%.
Explicado el peculiar sistema electoral de los Estados Unidos intentare, con los datos que ya se tiene actualmente, explicar porque gano Obama o porque perdió Romney.
Las claves están en los grupos de personas que votaron a cada uno de los candidatos en cada una de las circunscripciones llamadas “bisagras”, debido a que existen circunscripciones cuyo resultado es previsible en un sentido del voto hacia un partido u otro, y eso es debido mas que nada a la organización, que el partido que sale siempre o tradicionalmente ganador, tenga establecido en el lugar. Porque al ser el sistema de elección por medio de votantes voluntarios, pues no es obligatorio el voto, y basta que la organización de un partido apunte o haga que se apunten en esa circunscripción más de sus votantes que votantes del otro partido para así que los votos electorales o compromisarios en liza en esa circunscripción se la adjudique aquel partido el que mas de sus simpatizantes hubiera apuntado como electores. Método simple que funciona en muchos de los estados.
Pero en las circunscripciones bisagras los votos directos son más variables y mas inesperado al y entran en juego mas directamente el factor electoral demográfico, que es en definitiva al que tienen que convencer los candidatos. Así pues mientras el equipo de campaña de Obama se concentró en captar el voto de las minorías, los jóvenes y las mujeres, en aquellas circunscripciones que no tenia aseguradas, que es el segmento de población que ahora representan una mayoría de población en ascenso en el censo demográfico. Por lo contrario el equipo de Romney enfoco su campaña en los blancos y mayores de 65 años -que tal y como se esperaba le dieron su apoyo – pero que demográficamente están descendiendo.
Así pues, los negros, hispanos y asiáticos apoyaron de manera avasallante a Obama. que mientras solo obtuvo un 39% de los votos de los blancos, si consiguió el apoyo del 93% de los negros (que representa el 13% del padrón electoral), del 71% de los latinos (10% del electorado) y del 73% de los asiáticos (3%).
Según los datos preliminares, Romney consiguió el 27% del voto latino en 2012, mientras que en 2004, George W. Bush, de su mismo partido, logró el 44%. La participación de votantes latinos aumentó en esta elección y algunos estados claves como Colorado o Nuevo México se ganaron para Obama gracias al voto étnico latino.
Los votantes entre 18 a 29 años representaron el 19% del total del electorado, un 1% más que en 2008, y este grupo de votantes, que ya jugó un importante papel en la victoria de Obama en 2008, ahora en 2012, volvieron a darle su apoyo.
El sementó demográfico de las mujeres, que emitieron el 53% de los votos totales de la elección, se volcaron por Obama. Entre todas le otorgaron una ventaja de más de 10 puntos (55% frente al 43% que recibió Romney). Se trataba de un grupo al que ambos partidos intentaron conquistar, pero sólo Obama tuvo éxito en el intento, debido a los problemas que tuvo Romney con su cambio de posturas en temas tan delicados como el aborto, cambios que trataban de satisfacer o aplacar al ala más derechista de su partido.
Pero de todas formas hemos de observar que en el 2008, Obama había logrado conseguir seis puntos más que ahora, lo que habla de que hay una ligera disminución de la tendencia de voto, en el 2012. Pero como el sistema no le permite volver a presentarse a las próximas elecciones no creo que esa falta de popularidad sea el tema que ahora le preocupe.
En definitiva he llegado a la conclusión de que no gano Obama si no que simplemente perdió Romney. Y un dato curioso, que entronca con el tema demográfico tratado en mi post anterior sobre “La sutil importancia de lo aparente nada importante” , el padre y el abuelo de Obama eran musulmanes si bien su madre era católica, religión que él dice profesar .
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