Desde la antigua Grecia, como denunciara Platón, los grupos oligárquicos actúan en función de los intereses personales de sus miembros y por lo tanto en el PSOE no podía ocurrir lo contrario, así pues a pesar de los cantos de sirena de Pepe Blanco, diciéndoles que tiene un plan y que hay que recuperar de cara las elecciones generales solo 500.000 votantes para que las cosas sigan igual que hasta ahora, a los barones del PSOE , que acaban de ser desahuciados de la mayoría de los ayuntamiento y comunidades autónomas de España, les entro pánico.

Y sabido es que el pánico es una terrible, incómoda e intensa experiencia que  solo se calma cuando el que lo sufre vuelve a sentirse seguro, lo cual no quiere decir que lo esté.

Entendían lo que se les decía de que solo manteniendo el poder y no convocando ahora elecciones generales tendrían alguna oportunidad de seguir en el gobierno, pero lo de buscar un candidato en unas elecciones primarias, aunque fueran de pantomima, pues no, que ellos necesitaban un candidato serio y de su cuerda ahora, no dentro de dos meses.

Así que a José Luis, dado que le aseguraban el seguir siendo secretario general hasta el año que viene al menos, no le quedo más remedio que sacar su candidato y tapado para esas elecciones primarias.

Por supuesto que la elección de Rubalcaba es lo mas anti democrático del mundo, pero de cuando aquí una oligarquía respecta los procesos democráticos.

Así que sobre la marcha, “el secretariado” ha variado el plan para que los «barones» duerman tranquilos y sosegados. No hay cambios bajo la carpa del circo socialista, la cara la seguirá dando el mismo y ellos haciendo de las suyas como siempre.