He llegado a la conclusión de que el llamado Movimiento 15M, con el lema «Democracia real ya» , cuya pagina web dice que está relacionada con miembros del PSOE ,no es más que un fenómeno sociológico de canalización temporal de la indignación social, a consecuencia de la crisis económica y política, que usa Internet como herramienta de movilización masiva.
Este ha sido desde el principio un movimiento espontaneo que ha utilizado Twitter, como canal de comunicación y si tenemos en consideración que esta red social tiene en nuestro país 2.000.000 de usuarios y que un reciente estudio ha establecido que en España el 61 ,3%da los usuarios da Twlttar son hombres frente a un 38,71 de mujeres. Su edad media oscila entre los 25 y 44 años (el 81%), aunque el segmento más activo se sitúa entre los 25 y 34 años (47%), `por lo tanto estamos hablando de un segmento de población pequeño.
Todos los que se han acercado al fenómeno han señalado como primera y fundamental característica que era una agrupación de gentes muy heterogénea, dicho en cristiano que había de todo, que tenía en común que estaban indignados.
La prensa más especializada ha señalado que su origen estaba en un grupo afín a la Izquierda que había nacido en febrero con el mensaje de #NOLESVOTES , ( ) que era una forma subliminar de pedir el voto para los partidos minoritarios.
Pero el movimiento se ha afanado en decir que no tiene líderes, ni portavoces ni partidos políticos detrás. Que su es un movimiento apartidista y espontáneo. Aunque alguno ha llegado a decir que se trataba de una nueva “revolución francesa” o incluso el resurgimiento de “la comuna de parís”.
¿Se puede pedir más ingenuidad junta?
Pero es más he llegado a leer que por parte de uno de sus inspiradores lo siguiente:
“Aunque en algunas plazas los acampados se hayan dedicado, con su mejor intención, a elaborar listas de propuestas y peticiones, lamento comunicarles que su esfuerzo asambleario ha sido en vano. Que ese no es ni momento, ni lugar, ni procedimiento para esas cosas. Ponerse ahora a generar credos que representen a los que están allí sentados puede sonar a una intención de dotar de seriedad al movimiento, pero no es así. Las decisiones sobre cómo nos gestionamos como sociedad, sobre si los recursos se administran de una u otra manera, sobre lo que tenemos y lo que necesitamos, no se votan a mano alzada sentados en el suelo de una plaza, sin ningún tipo de dato ni de respaldo. Si alguien ha pensado que la lista de puntos que estaba elaborando iba a servir de guía para gestionar un país, que vaya abandonando el consumo de psicotrópicos.”
Y siendo eso cierto, me pregunto ¿Por qué se ha permitido que eso ocurriera? .
Es que no se han dado cuenta que tales acciones asamblearias a modo de pantomima solo sirve para dar razones a sus enemigos.
Sacar la gente a la calle, por lo que se ve es sencillo, entre otras cosas porque hay un previo deterioro social, pero llevar a la gente a situaciones de convertir la calle en un botellón de fin de semana o bien es un acto de irresponsabilidad política por parte de quienes promueven tales actos o bien es el producto de un ingenuo aprendiz de político de izquierdas.
Señores seamos serios, que incluso en esto de ir contra un sistema hay que tener un cierto rigor y una mínima estrategia. Y sobre todo no olvidemos que la Revolución Francesa se hizo estimulada por los textos de Rousseau, de Voltaire, de Montesquieu, pero cuando se hizo, ellos ya habían muerto.
Manipular los sentimientos de las gentes, y el de “indignación” es un sentimiento no una ideología, es algo propio de los regímenes fascistas cuyos métodos aliñados con el fundamentalismo islámico han producido la mal llamada “primavera” árabe.
Llenar la plaza del Sol para no trasmitir un ideario, un plan elaborado de organizarse y de acciones futuras y posibles, solo tendrá efectos que benefician precisamente a los que se quieren combatir y quemaran a los intervinientes que creyeron de buena fe que su presencia allí valía para algo.
Puede que alguien me diga como justificación que lo que ha pasado ha ocurrido de una forma espontanea e incluso un tanto ingenua. Por eso me he apresurado a recordar que:
La ingenuidad no es una virtud sino más bien un defecto puesto que supone o indica la ausencia o falta de malicia y de experiencia, por lo tanto supone una deficiente comprensión de la realidad, donde se dan valores de certeza a ideas que son contrarias a los intereses de quienes las apoyan porque les crean expectativas que realmente no existen.
En definitiva aquellos que se unen a este tipo de movimientos de forma ilusionante e ingenua acabanran frustrándose, porque acabaran sintiendose como los “idiotas útiles” a que se refería Vladímir Ilich Lenin.
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