Hay en Palma varias calles que en su momento la política lingüística impuesta por los catalanistas fueron tornadas del castellano al catalán. Así, y a pesar de la norma ortográfica que dice que los nombres propios no se traducen, asistimos al cambio de placas en las calles afectadas con el correspondiente gasto que esto supone.
Varios serian los ejemplos que podría citar pero quiero de forma singular referirme ahora al caso de la calle “Quinto Cecilio Metelo” dedicada al Cónsul Romano que conquisto las Islas baleares y fundo la ciudad de Palma. Cuyo nombre fue cambiada al de “CECILI METEL “ , esto es en catalán y significado en español “Cecilio “ y “metel”, que según el diccionario Institut d’Estudis Catalans es el nombre en catalán de una planta toxica (Datura metel), conocida como trompeta del diablo si bien tal denominación no esta en el Diccionari català-valencià-balear que hiciera el filólogo mallorquín Francisco Borja Moll , cuya calle en la ciudad, por cierto, cruza con la del cónsul romano.
Así por obra y gracia del fundamentalismo catalanista se comete un tripe agravio lingüístico al fundador de la ciudad, a saber:
– Se le quita su nombre de pila que se dice, los romanos lo llamaban “praenomen”, de “Quinto”, que siguiendo la tradición romana se la había puesto por haberlo tenido un antepasado próximo con glorioso pasado, en este caso su abuelo el también cónsul “Quinto Cecilio Metelo”
– Se le transforma su apellido familiar de “Cecilio”, en un nombre de pila que puede llevar cualquiera, los romanos lo llamaban el “nomen” y con el que se designaba la familia a la que se pertenecía. Se heredaba de padres a hijos y designaba a todos los descendientes varones de un antepasado común. Las hembras recibían el “nomen” familiar de su madre.
– Se le cambia su “cognomen” de “Metelo”, que designaba a la rama de la familia “Cecilio” a la que pertenecía y también se heredaba de padres a hijos y que solo lo portaban los hombres, pues las mujeres eran designadas únicamente por el “nomen”, por un nominativo que no existía en su época ni tan siquiera en el catalán del siglo pasado.
Se hace por ello necesario reparar tales agravios al fundador de la ciudad y lo más pronto posible, para evitar que la costumbre se convierta en ley, volver a un estado de normalidad en el nombre de la calle que la ciudad dedica al romano que metió a las baleares en el mundo civilizado de aquel entonces.
Por eso entiendo que el ayuntamiento debe de por ello cambiar el nombre y si quiere, para evitar ser acusado de españolista, ponerle a la calle el nombre propio en latín y por supuesto completo, esto seria algo así como : “Quintus Caecilius Metellus Balearicus” .
Y ello debería de ser así porque entre otras cosas el romano llego antes a estas tierras que los que lo han profanado y agraviado cambiando el nombre de la calle en la ciudad que el fundara hace 2.135 años.
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