Este año es par y por ello corresponde ponerle nombre de varón a los huracanes, así que en contra del significado de su nombre (el que hace reír) el reciente huracán que hará llorar a las gentes del Caribe se llama “Isaac”.
Contra lo que muchas veces parece eso de los huracanes no es algo extraordinario, pues sabido es que en esa zona la temporada de huracanes corre del 1 de junio al 30 de noviembre y en la que se forman de 12 a 17 tormentas.
Pero con los huracanes pasa como con los terremotos, son ambos fenómenos que dejan en evidencia el que existe gentes pobres y ricas, por lo tanto no soplan con igual resultado para unos que para otros.
Por ejemplo en la isla cubana de mis paisanos gallegos los Castro , que no es un país rico propiamente dicho , ni democrático, se toman muy en serio eso de los huracanes y han demostrado que con planificación y medidas previas son solo una lluvia que vienen bien para el campo. Por el contrario en cercana la isla de la española o en la costa de los estados unidos con el Caribe, el mismo huracán con igual fuerza, es causa de destruición y muertes entre las gentes pobres y algo sin consecuencia entre los ricos.
Esto que cuento es fácilmente constatable, quizás no tan evidente como en el caso de los terremotos, pero también se puede establecer datos que relacionan destrucción y muertes causados por los huracanes con situación económica de los afectados.
Bueno ya lo decía el refrán: “A perro sarnoso todo son pulgas”
Que es lo mismo que le ocurre a los desempleados españoles que aspiren a cobrar los famosos 450 euros, a los cuales, según dice María Fátima, entre otras varias cosas, se le va pedir que declaren los ingresos de sus padres, si vivieran con ellos, porque hay que dar “prioridad a quienes tengan cargas familiares e ingresos limitados (no superiores a 481 euros por persona en cómputo global) frente a quienes cuentan con un «colchón familiar».
Lo cual es una inmensa tontería, supongo que en esto se nota que María Fátima Báñez García (nacida en San Juan del Puerto, Huelva, España, el 6 de enero de 1967) no ha trabajado en su vida. Porque cual es el sentido de rebañarles 50 euros a los parados con cargas familiares (que es un requisito previo para tener derecho al subsidio) si viven con sus padres, además de como mínimo con su esposa y sus hijos.
Tengo la impresión de que para Fátima el ser parado subsidiario es algo así como ser un defraudador que teniendo en su hogar a sus padres pensionistas, algunos en situación de enfermedad, se quiere lucrar con 50 € mas al mes. Que es como es sabido una cuantiosa suma , muy similar a la que ella se gasta de una vez en invitar a cervecitas a sus padres en bar de la esquina, para que vea lo esplendía que les ha salido su hija.
No se me ocurre otra cosa que pensar que ambos fenómenos, la destrucción y muerte que producen los huracanes del Caribe y la codicia presupuestaria del gobierno español, tiene una misma causa común, el estigma con que el sistema de valores sociales afrenta a los mas desfavorecidos.
En el Caribe habiendo formulas para evitar los efectos de los huracanes estas solo las emplean los que tiene mejor posición económica, en España habiendo soluciones políticas distintas solo se les ocurre esquilmar los bolsillos de los abuelos.
Puede haber algo mas absurdo.
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