Estoy a favor de que se mantenga en Baleares la posibilidad de estudiar la lengua y literatura catalanas e incluso que se pueda cursar los estudios básicos de la enseñanza, niveles primarios, secundarios y universitarios en esa lengua, siempre que un grupo suficiente de ciudadanos lo pidan.
Dicho lo cual y con ocasión de la modificación de la Ley de Función Pública Balear, que elimina el catalán como requisito para ser trabajador o funcionario de la administración pública en Baleares y que además permite la acepción castellana, esto es poner en castellano el nombre de los pueblos y calles de Mallorca, deseo exponer mi parecer en contra de los actos de protesta de diferentes colectivos, pero sobre todo del sector de la enseñanza, que desde hace unas semanas, se realizan por las calles y plazas de Palma de Mallorca, acepción castellana del nombre de esa ciudad que fundara el general romano Quinto Cecilio Metelo, al que por cierto la ciudad dedica una calle desde hace tiempo a la que la política catalanistica del anterior equipo de gobierno municipal había catalanizado en su denominacion con el nombre de “cecili metel” , como si los nombres propios pudieren traducirse a cualquier otra lengua porque si. Menos mal que el vencedor de los famosos honderos baleares no pudo salir de su tumba para remediar tales agravios pues era constumbre romana la de la cremacion de los cuerpos de sus difuntos.
Lo que ha causado esos diversos actos y manifestaciones en defensa del Catalán es en definida el cumplimiento de la promesa electoral que el partido popular balear, hoy bajo el control del farmacéutico José Ramón Bauza, nacido en Madrid, de padre Mallorquín y madre Madrileña, había realizado y que en buena medida causo su triunfo en las últimas elecciones autonómicas.
A mí personalmente me parece bien que la gente se manifieste contra lo que sea de su desagrado y en ese sentido la plaza de España, que preside la estatua ecuestre de Jaime I, el conquistador , es el sitio ideal para ello. El debate de las ideas es bueno para el sistema democrático y por eso animo a ese tipo de manifestaciones.
Ahora bien, y a reglón seguido, le digo a los que se manifiestan con libertad en defensa del catalán que están obligados por el principio de la reciprocidad, esto es correspondencia mutua de una cosa por la otra, ha escuchar a los que no comparten sus ideas.
Y a esos, que se manifiestan por la defensa del catalán en la plaza de España de Palma de Mallorca, les pedirían que además de vociferar las consignas que otros les dan, pensara y sobretodo vieran en su alrededor, para que asi comprenda que lo que ellos piden, no es otra cosa que el mantenimiento de una serie de privilegios en virtud de imponer a los demas el hablar una determinada lengua.
Les pediría, por ejemplo, que observaran que justo enfrente del “casal” de los ocupas anarquistas donde ondeaba durante la manifestación del otro día la bandera catalana, en el lado correspondiente a la calle Capuchinos , en el mismo lugar donde en otro tiempo había un burdel, esta la Iglesia de los Capuchinos, la misma donde cada mañana en su lateral se forma una larga cola de gente a recoger la comida de la beneficencia de la Iglesia Católica.
La particularidad de esta Iglesia, en esta reflexión mía a los pro catalanistas, esta, no solo en que en ella se dicen la misa en castellano, sino que además es hacerle ver que en torno a misma se junta una importante feligresía formada por personas de origen suramericano, que celebra, conservando su cultura religiosa, realizan sus propias procesiones a sus propios santos o vírgenes, en un recorrido corto, menor que el que tubo la manifestación en defensa del catalán, pues ellos solo se van a dar la vuelta al edificio del Mercado del Olivar que esta próximo.
Los miembros de esta numerosa feligresía antes, en tiempos del Gobierno Balear en manos de la alianza nacionalista, no podía acceder ser trabajador o funcionario de la administración pública en Baleares, no podían ser ni barrenderos ni médicos ni nada de nada si no se sacaban el certificado de nivel de catalán correspondiente. Eso si debía de pagar sus impuestos igual que los demás.
Pero no se trata de que quiera sacar como ejemplo a una minoría de emigrantes llegados hace unos diez años solamente, por lo que igualmente les invitaría a que vieran que justo al otro lado de la plaza de España, justo enfrente a la estatua del conquistador Rey Jaume I , en la llamada plaza de la puerta pintada, nombre de la puerta de la ciudad por donde en 31 de Diciembre de 1229 entro el joven rey en la ciudad de “Medina Mayurqa” , y vean que en la dicha plaza, que se conforma con el lateral de la Iglesia de Santa Catalina de Sena, que tiene entrada por la calle San Miguel, está el lugar donde se reúne la feligresía de la Iglesia ortodoxa de Mallorca, gracias a la cesión del uso que el fallecido Teodoro Úbeda Gramaje, obispo católico de Mallorca les hizo y en torno a la cual se reúnen todos los ciudadanos de Baleares que procesan esa religión y que en su inmensa mayoría son de origen de alguno de los llamados países del este. Feligresía que lleva muchísimos años asentada en esta isla y que igualmente ahora, como los suramericanos podrán ser además trabajadores o funcionarios de la administración pública en Baleares si sacarse el certificado de nivel de catalán correspondiente.
Pero no quiero parecer un demagogo por lo tanto no voy a seguir con este tipo de argumentos sobre la importancia que tiene para algunos grupos de población la medida del Gobierno de Baleares de suprimir el requisito del previo conocimiento del catalán para ser trabajador o funcionario de la administración pública en Baleares.
Y prefiero hablarles a los catalanistas sobre su posición ideológica en torno a esa lengua que reivindican, y que con el gobierno autonomico tenía que ser lengua de “obligado” conocimiento por parte de toda la población que habita en la isla de Mallorca.
Y así, sin que sea necesario entrar en discutir sobre el origen catalán de el Rey Jaime I , entre otras cosa porque es indiscutible que el joven Jaume no era catalán ni su reino era el de Cataluña, pues sabido es que era Aragonés y su Reino era el de Aragón, siendo Cataluña en aquel entonces un condado bajo su soberanía. Y sin que sea necesario recordarle a los catalanes que hoy día lo son porque el Reino de España los rescato de las manos de los Franceses cuando los cambio por la mitad de la isla de la Española, hoy Haití, mediante el tratado de Ryswich en 1697, cuando el territorio de Cataluña estaba bajo el dominio de los franceses.
No les voy hablar de esos y otros parecidos argumentos, pues quiero que mi defensa de su derecho a manifestarse en defensa del catalán vaya por el lado, porque quiero antes que nada hacerles ver a los que los que ahora se manifiestan, donde están y quiénes son realmente.
Porque hay algo que suele pasarle a los grupos de población que ocupan un determinado territorio que es que olvidan que no se puede poner puertas a los fenómenos naturales y que el crecimiento de la población es uno de tales fenómenos.
Los catalanes parlantes han vivido aquí disfrutando de un entorno político propicio, y en los últimos años con un dominio absolutista de las instituciones autonómicas, pero contra lo que dicen muchos no son la cultura autóctona de aquí, ni su lengua es la propia de este lugar, como el filólogo menorquín Francesc de Borja Moll i Casanova se encargo de demostrar , simplemente lo que ha pasado es que durante un cierto tiempo mientras el grupo de población catalana parlante ha disfrutado de plenos derechos mantenía relegados a los demás pobladores de la isla, se trataba de un status de marginalidad que tomaba el conocimiento de la lengua catalana como “vara de medir” la idoneidad de los ciudadanos a la hora de disfrutar de sus derechos como tales.
El problema principal de ese grupo de población catalana parlante es que no podían vivir aislados y a pesar de que tenían el poder político, que además forzaron en la legislatura anterior y en virtud del extraño pacto político contranatural del partido socialista y el llamado “bloc por Mallorca ” , en donde de todos los grupos políticos estaban aliados contra el Partido Popular , y por lo tanto consiguieron implantar un sistema autocrático a la hora de establecer los requisitos para ser trabajador o funcionario de la administración pública en Baleares. Pero no pudieron controlar el relevo generacional, pues es un proceso lento y las necesidades económicas del desarrollo social se les fue imponiendo, y así se produjo el fenomeno demografico de que el crecimiento de la poblacion de los NO mallorquines de origen fue mayor que el crecimiento de la poblacion de los mallorquines catalano parlantes, lo que da lugar al resultado actual de que el 55 por ciento de la población que habita en Palma de Mallorca es de origen NO mallorquín ( al menos eso dicen las estadísticas municipales)
Es pues una realidad que la población de catalana parlantes se ha ido reduciendo frente al resto del total de la población de Mallorca, y lo sigue a dicho fenómeno ya estaba cantado. Por cierto, como conté en otra ocasión, fue algo que me predijo hace años el político socialista, hoy fallecido, Toni Monserrat cuando era conseller de economía y hacienda del gobierno Balear, pues por algo además de buena gente era un magnifico profesional amante de la ciencia estadística que dominaba.
Esa deriva en la población que muchos años antes predijera Toni no la tuvo en consideración el partido socialista capitaneado por el venezolano Antich (nacido en Caracas de padres mallorquines) y en su afán de tener el gobierno a cualquier precio no dudo en aliarse, a pesar de no ser el partido más votado, con los grupos nacionalistas locales, que en virtud de la Ley de Hondt de reparto de los escaños entre las minorías de los votantes, permitió esa alianza de socialistas y nacionalistas que desde el gobierno autonómico impuso el catalán no solo como imprescindible para ser trabajador o funcionario de la administración pública en Baleares, sino además como lengua vehicular en la enseñanza relegando el español a una simple asignatura como si fuera una lengua extranjera.
Y la ley del péndulo hizo el resto, pues sabido es que las sociedades se mueven en sus acciones sociales de un extremo al opuesto, como respuesta regular y, en ocasiones, incluso violentamente, y sin sucesión de continuidad. La presión de los catalanistas gobernantes sobre la población mayoritaria hizo que está a la primera elección que se le presento votara con mayoría absoluta a los que les prometieron precisamente eso que causa el revuelo que ahora lleva a las calles a los manifestantes pro catalanistas. Así que hora cuando se hace la modificación de la Ley de Función Pública Balear, que elimina el catalán como requisito para ser trabajador o funcionario de la administración pública en Baleares, no solo se cumple lo prometido electoralmente sino que además se abre la oportunidad de dar paso a la contratación de más personas con mejores calificaciones profesionales que actualmente estaban vetados por su sola ignorancia del catalán.
Deberian de comprender los catalanes parlantes que la suya es ahora una lucha estéril pues la mayoría de la población rechaza la posibilidad de volver a la imposición del catalán desde arriba y por lo tanto se deberían de central sus esfuerzos en tareas mas fructíferas y positivas en favor del mantenimiento de la lengua y la cultura catalanas, con la conservación de las características singulares que tiene las lenguas mallorquina, menorquica e ibicenca.
Y mi defensa del Catalán va por esos derroteros.
Lo siento pero tu artículo está lleno de inexactitudes históricas y parte de una concpeción castellana superior muy bien interiorizada, supongo que sin querer.
A modo de reflexión: el nombre «propio» del general romano no és Quinto Cecilio Metelo, perfectamente traducido al castellano, sino que es Quintus Caecilius Metelus. La ciudad que fundó fue Palma no Mallorca; que és la isla i que viene del árabe Madina Mayurca.
:idea: La traducción de cualquier personaje histórico de relevancia para una comunidad está permitido internacionalmente. (Juan Carlos = Joan Carles)
Sin entrar en el texto, errores como este te quitan mucha credibilidad.
Jaime I no era catalán sinó Aragonés… claro, nacido en Montpelier se entiende que era más aragonés que una jota.
No he podido seguir leyendo el artículo después de eso, lo siento.
Quitando una docena de errores historicos y culturales atroces, lo que he entendido aquí es, que en vez de reinvindicar el uso del catalán entre los no-catalano-parlantes, ¿hay que separar las diferentes variedades dialectales entre ellas para que tengan menos peso y valor social?