No es la primera vez que Juan Manuel sale en los papeles practicando la acción directa como estrategia de propaganda, que el conoce bien, tanto en la teoría, por algo es profesor de Historia en el instituto de su pueblo, como en la practica. Pues ese tipo de propaganda revolucionaria tiene como objeto, o al menos así la formulo su inventor el italiano Malatesta, el conseguir que el impacto de una acción genere más repercusiones, por que obtiene más relevancia y es , por tanto, mucho más eficaz, que la simple palabra, a la hora de despertar las energías rebeldes del pueblo.
Lo que hace, el todavía alcalde de Marinaleda y diputado por Izquierda Unida en el Parlamento de Andalucía, no es otra cosa que adoctrinar la conciencia colectiva de sus seguidores al poner en la practica la demostración de que el sistema, lógicamente el capitalista, tiene pies de barro, y es fácil y sin consecuencias reales, el trasgredir sus leyes , pues son injustas porque son las de una sociedad que permite tener grandes supermercados repletos de alimentos, cuando hay una población que no tiene acceso a los alimentos básicos, porque simplemente el sistema capitalista no les permite tener dinero para cómpralos.
Por eso que Juan Manuel no va al Hipermercado el solo, va con 400 personas mas, por eso no llena los carros de jamones, que haberlos los hay, sino que lo hace de alimentos básicos, y no se los lleva para su casa, sino que los lleva al banco de alimentos para los pobres, que por cierto no los han devueltos a pesar de conocer su origen ilegal.
Juan Manuel es un inteligente provocador, algo extravagante si se quiere en su vestir, y ha montado todo ese circo del hurto de los alimentos, hurto que no robo, para una vez mas llamar la atención sobre un hecho incuestionable que al parecer los políticos no quieren ver, cual es que hay cada día mas gente que pasa hambre, no porque lo diga Juan Manuel, sino porque lo dice Caritas y otras organizaciones similares.
Lo importante de toda esta historia, no es tanto la imitación que se hace del arquetipo del villano bueno, como icono reivindicativo y defensor de la causa de los que nada tienen, sino mas bien que la suya es una causa que entronca con los movimientos de la indignación cívica, por medio de los cuales aflora ese malestar que la ciudadanía tiene en general que considera que no son culpables de la crisis económica ni del paro.
El mensaje que quiere trasmitir Juan Manuel Sánchez Gordillo, figura, sin duda, relevante del movimiento social y de izquierdas andaluz, es para mí muy claro y viene a ser algo así como: Aquí si no comemos todos se rompe la baraja y no juega nadie.
Las medidas y reformas económicas del gobierno del partido popular en el poder se pueden venir al traste si la población entiende que a poco que pueda el anónimo ciudadano unirse a una multitud , donde se hace todavía mas anónimo, se puede asaltar el supermercado de la esquina y proveerse gratis de los alimentos básico que el sistema les niega.
Y si las cosas siguen así como van donde la prioridad es reducir a cualquier coste el déficit presupuestario y no se mantienen los subsidios a los desempleados, el terreno estará abonado para que el otoño sea mas caliente de lo esperado y que la calle vuelva a ser el altavoz de la desilusión de unos y de la indignación de otros, el problema es saber hasta cuantos se van unir en su decisión de no volver a votar al Partido Popular.
Si yo fuera Rajoy , podría mas atención al mensaje subliminar que Sánchez Gordillo le esta enviado a la sociedad capitalista y evitaría cualquier otra medida o reforma que haga que irse de manifestación al asalto del supermercado se convierta en un nuevo deporte nacional.
0 Comentarios.