Hoy me he sentado por primera vez en mi vida en el banquillo para ser juzgado por los delitos de “injurias graves con publicidad y coacciones” al Sr. San Martin, todavía presidente de Consejo General de Graduados Sociales de España, algo que comenzó en el año 2006 como consecuencia de una querella que me interpuesto el dicho y cuyo texto se puede leer en este enlace .
El tema no es de preocupación, ni hay causa para temer una condena, es un proceso en que el Ministerio Fiscal ya ha dicho que no hay ni delito ni autor, pero a pesar de la delicadeza palmaria con que me trato la señora juez, obligada a juzgarme por aquello de que es un delito privado que se insta y mantiene por parte de una acusación privada, la verdad es que no me gusto sentarme en el banquillo.
La vista duro a penas cinco minutos y hubo de ser suspendida, pues la letrada de la acusación, el tercer abogado en este asunto que toma el cargo de acusarme, resulta que no había tenido tiempo de leerse el sumario, pues la nombraron hace dos días, además el representante de la acusación no se presento a la vista. Resultado suspendido para finales de Octubre.
El banquillo es un banco de madera largo, en realidad había dos en paralelo, con un micrófono al frente. Es incomodo y frio.
Asi que con evidente desprecio por los que trabajan en la administración de la justicia, mi acusador, en una actuación típica de prepotencia, nos han hecho perder media mañana por lo menos a seis personas. Mi abogado y amigo Carlos me ha dicho que pedirá que se le multe por su temeraria actuación, pero no creo que tal cosa pueda reparar el tiempo y el dinero que se va a gastar en ver un asunto que nace de su rabieta de dirigente criticado.
Me preguntaba el otro día una compañera del despacho que si de saber que iba a pasar todo esto y después de seis años de molestias si volvería abrir un foro para permitir que mis compañeros de profesión dieran rienda suelta a su indignación frente al susodicho. Y mi respuesta fue que ni me lo había planteado, pues era una cuestión de principios y sabido es que los principios son reglas o normas de conducta que orientan la acción de una persona. Y por suerte o por desgracia no se ser de otro modo.
Yo tengo muy claro que toda esa querella es un invento del Sr. San Martin, pero tengo igualmente claro que de ser verdad yo no hubiera permitido que se le injuriase ni mucho menos que se le coaccionase. Lo he criticado por sus actos políticos como dirigente de nuestra profesión y tengo de el la opinión personal de que es de lo mas nefasto que nos ha ocurrido como profesionales colegiados. Ahora bien también se le debe el mayor de los respectos como persona y no voy a caer en la grosería de escribir o permitir que se escriba lo que él dice que se escribió en el foro de la pagina web “elgraduadosocial.com” .
Ahora bien tampoco me considero una victima de su actuación política dentro de la organización colegial, pues creo que sus traiciones políticas y zancadillas las han sufrido mucho mas que yo sus propios compañeros de candidatura, que se llamaba “del siglo XXI” , como Víctor o Jaime, que en su momento creyeron es su bondad como dirigente colegial, sin darse cuenta, al menos esa es mi opinión, que lo único que le movía era su ambición política.
Y si lo pienso en clave positiva, lo de esta mañana fue una experiencia mas en mi vida, el día estaba nublado y era pastoso por el calor, al entrar en el juzgado me pare a charlar con “Primo” el segurata mas fotografiado del mundo, de nuestra común afición al marisco y a la queimada. Me encontré con varios compañeros y charlamos un rato sobre temas profesionales, como el caso de los despidos objetivo de los interinos del personal laboral contratados en la administración publica.
Como además Carlos se trajo a una pasante que tiene ahora, puede explicarle las particularidades del derecho procesal laboral, que la chica confesaba que no había estudiado en la carrera de abogado. Y así pase la hora y 15 que esta mañana el bueno de San Martin me hizo distraer de mis ocupaciones diarias.
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