Interesante cuestión para los analistas políticos que estén aburridos seria el encontrar las raíces de un curioso fenómeno cual es porque los dos últimos candidatos, de un partido que se autodenomina socialista, que es un término que quiere trasmitir la existencia de un componente social e igualitario entre sus miembros, han disimulado, hasta la ocultación, su origen familiar más vulgar, el de su primer apellido, para resaltar, hasta la sustitución, por lo contrario su segundo apellido, más singular y por lo tanto menos vulgar, esto es menos popular.
Indagar tal hecho debe de ser fácil, pues todos sabemos que el actual presidente del gobierno se llama José Luis Rodríguez Zapatero, y que su cambio de denominación por la de “Zapatero” se realizó precisamente cuando se proclama candidato por su partido a las elecciones generales, claro que hasta ese momento era un perfecto desconocido. Y ahora en que el nuevo candidato Alfredo Pérez Rubalcaba, este si es un viejo político conocido por todos , se postula como candidato, va y curiosamente hace lo mismo, esto es : oculta o disfraza su primer apellido, su vulgar “Pérez” y resalta su segundo apellido, Rubalcaba. Veamos una muestra de esto último en el primer cartel electoral que sobre el candidato se ha presentado.
¿Indica algo esa trasformación del Pérez en P.? Porque si se trata de un complejo nuevo, ahora que la ciencia psicológica han establecido que el complejo napoleónico (descrito según los términos de que los hombres más bajos son más agresivos para dominar a los que son más altos que ellos) puede ser un mito, sería interesante su bautizo con el nombre del ínclito vicepresidente y así tendríamos “el complejo Rubalcaba” , que consistiría en que por parte de los hombres o mujeres publicas les atrae más el ser conocido por apellidos o motes singulares, que ennoblezcan su figura. Claro que ahora que lo pienso no es precisamente esa la misma motivación que tienen los artistas o titiriteros, que torna sus verdaderos nombre y apellidos por otros más llamativos o comerciales, verbigracia todo el mundo sabe quién es Madona y nadie conoce a Louise Veronica Ciccone .
Innecesario es pues el invento del complejo Rubalcaba, pues lo que le esta pasado al vicepresidente es que, el dirá que es cosa de sus asesores de imagen, tiene o lleva mal el apellidarse Pérez, algo que los socialista han dicho que remediara la ley esa del orden de los apellidos que está perdida por el trámite parlamentario. Vamos que parece ser que su complejo es el de tener un apellido vulgar y corriente, el más vulgar y corriente según dicen los padrones o censos del estado.
Increíble puede parecer pero hay mucha gente que sufre por estas cuestiones de los apellidos que a mí, desde mi vulgar apellido inclusero (los apellidos como de la cruz, de Dios, San Miguel o similares eran los que se dieron por los responsable de las inclusas a los niños allí abandonados) me resultan intranscendentes, pero comprendo que otras épocas y circunstancias históricas los apellidos era sinónimo de privilegios y de pertenecer a un orden social diferenciado y jerárquicamente superior, o por lo contrario pertenecer a una clase social inferior o despreciable. No olvidemos que eso de la limpieza étnica no es un invento moderno.
Inferir o deducir de un hecho real, cierto y evidente como es que en el cartel electoral se ha reducido a una letra el primer apellido del candidato, el que la razón o el motivo es un complejo de inferioridad por parte del mismo, que no quiere ser el candidato Sr. Pérez, puede ser un atrevimiento por mi parte, aunque será un tipo de irreverencia hacia una persona tan importante, pero que tal cosa sea una repetición, esto es algo ya sucedido, que hiciera también José Luis Rodríguez Zapatero, es algo que a mí me da que pensar. Estaremos ante una característica común a todos o la mayoría de los candidatos, como parte del síndrome del candidato .
Indudablemente también es cierto que la Guardia Civil ha detenido a Eduardo Bautista y a pesar de salir publicado en todos los medios de prensa nadie lo ha llamado así, porque el ínclito presidente de la SGAE , es conocido como Teddy, de cuando era el líder del grupo musical los canarios allá por los años 60. Así que mucho me temo que lo que está pasando con Alfredo P. Rubalcaba , es que simplemente lo están convirtiendo en un producto electoral al cual el Pérez, pues no gusta , como no gusto el Rodríguez, y eso puede ser únicamente síntoma de que nuestro Rubalcaba de toda la vida está en plena fase de metamorfosis, esa por la cual el gusanito se convierte en mariposa esplendorosa.
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