La boda de mi sobrino Marcos se celebro en una finca sita en Olmos de Ojeda sin que ello tenga misterio alguno. Ya mostré la foto familiar que el rezo de sor Leticia y sor Aroa, desde su clausura habían permitido, al hacer el pequeño milagro de que dejara de llover y saliera el sol durante un rato justo al terminar el acto de formalización del matrimonio.
Como se ve al fondo de la foto hay una iglesia. Es La iglesia románica de Sta. Eufemia de Cozollos ( S.XII ), monumento histórico – artístico nacional desde 1931, Único vestigio de lo que fuera el Real Monasterio de Frailas Comendadoras de Santiago, y que está dentro de la finca privada de agroturismo denominada «Granja Santa Eufemia» , que es un lugar ideal para casarse ya sea por lo civil como por la iglesia católica, pues la iglesia conserva el uso religioso o culto.
La iglesia está dentro de la finca de los hermanos Bustamantes , cuya familia adquiere por medio de un trueque de tierras con la Orden religiosa de las Comendadoras de Santiago , esta cuidada con esmero , así que la pude visitar varias veces en los dos días que allí estuve , me acompaño una persona tan singular como Juan Bustamante , haciéndome de guía y contándome lo que él sabe de este lugar , que no es poco.
En esa iglesia hay mil detalles que uno puede observar, pero sin duda el principal es los dos sarcófagos de piedra que hay dispuesto a los dos lados de la cabecera de la iglesia.
Lógicamente a la vista de los sarcófagos uno pregunta por su pertenencia y mi guía me indica que el que está a la derecha es de un caballero desconocido y que el otro es de la reina Sancha de León, por lo que nos vamos a contemplar el segundo, por algo es de una Reina de León.
La versión oficial, que nos cuenta nuestro guía, es que la hija primogénita de un rey de León, Doña Sancha Alfonso (1190-1270), fue Comendadora del Monasterio de Santa Eufemia. Su padre, Don Alfonso IX y su madre de la Infanta de Portugal, Doña Teresa. Además fue hermana, por parte de padre, del Fernando III, el Santo. Y es más nos dice la versión oficial que a la muerte de su padre, en 1230, Doña Sancha y su hermana Doña Dulce cedieron sus derechos a su hermanastro Fernando, que unió los reinos de Castilla y de León y de Galicia.
Como se puede ver en la inscripción colocada en el lado izquierdo de la fachada de la iglesia, el cuerpo de Sancha Alfonso fue sacado de este lugar y llevado a Toledo en 1608 , esto es 338 años después de su muerte.
La lapida dice:
«Con licencia del rey nuestro Señor don Felipe III y con su cédula real, se trasladó de esta iglesia a la del monasterio de Santa Fe el Real de Toledo el cuerpo de la serenísima señora infanta doña Sancha Alfonso, hija del rey don Alonso de León y por órden de la señora doña Sancha de Guzmán, comendadora mayor, y con su poder y del convento llevó a su alteza Juan de Aguilar y Rebolledo, vecino de Aguilar de Campoo, el 10 de Mayo de 1608»
A mí personalmente me extraño que tres siglos después de su muerte fuera trasladados los restos de esta buena mujer a Toledo donde allí siguen, pues si bien es cierto que allí está ahora la sede de la orden también lo es que la misma abandono el lugar en el año 1503 que fue cuando las Comendadoras se trasladan al Convento de Santa Fé el Real, en Toledo y que atrás han dejado los restos mortuorios del resto de las frailas que allí estaban enterradas, que fueron pasadas a un osario común, en el centro de la iglesia, a la mitad del siglo pasado.
Así que tras hacerme estas reflexiones en voz alta, pregunte a mi guía
¿Que tenia de especial aquella monja?
Juan, mi guía, muy serio, se quedo pensado mi pregunta y tras unos segundos, me respondió al modo gallego, con otra pregunta:
¿Sería porque estaba incorrupta?
Ahí se quedo mi indagación sobre este particular, tome fotos y charlamos sobre otras cosas que el pequeño museo anexo a la iglesia tiene y salimos del lugar cuando el sol llenaba la iglesia por el ventanal que tiene al este.
De vuelta a Palma me puse a indagar sobre la versión oficial de que Sancha Alfonsa hubiera sido hija de Teresa de Portugal, madre de Sancha, Fernando y Dulce , los hijos del primer matrimonio de Alfonso IX Rey de León .
Resultando que Teresa, la infanta de Portugal , era hija de Sancho I de Portugal y Dulce de Aragon , por lo tanto su nombre seria Teresa Sancha (hija de Sancho) , por lo tanto la Sancha Alfonso que ingreso en el convento de las Frailas comendadoras de Santiago que había en la Granja de Santa Eufemina en Palencia no era hija de Teresa de Portugal , pues está en varios documentos. el de su ingreso y el de donación a la orden de todos sus bienes, documentos que se conserva en el convento de Toledo, en los que hace mención a que es hija de Don Alfonso IX y Doña Teresa Gil de Soberosa.
¿Quién era Teresa Gil de Soberosa? , pues según un estudio sobre los reyes de León que encontré, como no por internet, resulta que Doña Teresa Gil Soberosa fue una “amiga” del Rey Alfonso IX, con la que tuvo cuatro hijos , uno de los cuales fue nuestra Sancha Alfonso, que no fue reina sino mas bien para los usos de la época : era una hija bastarda del rey.
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La infanta Teresa de Portugal, que está en los altares de la iglesia católica, desde el 13 de diciembre de 1705 en que fue beatificada por el Papa Clemente XI , junto con su hermana , también de nombre Sancha , tiene su filiación perfectamente definida y por lo tanto no se llamo, ni podía llamarse , Teresa Gil Soberosa, que es la madre declarada por nuestra Sancha Alfonso.
Establecido lo anterior. Me puse a pensar de donde se había sacado mi guía la versión que me había dado, que a todas luces era falsa. Y no tarde en encontrarla la historia de las Comendadoras de Santiago, y así descubrí que el claretiano P. Alberto Barrios en su obra “Las Comendadoras de Santiago” nos cuente que la Venerable Doña Sancha Alfonso (1190-1270), fue Comendadora del Monasterio de Santa Eufemia. Hija del rey de León, Don Alfonso IX y de la Infanta de Portugal, Doña Teresa Gil de Soberosa. Además de hermana, por parte de padre, del Fernando III, el Santo.
Y con la iglesia hemos topado, que dice Don Quijote a Sancho, así que el bueno del Padre Alberto le cambia, le añade el titulo de Infanta de Portugal, a la que era la amiga o concubina del Rey, haciendo pasar a la misma por la primera esposa del Rey de León, mas tarde Beata Teresa de Portugal.
Establecida la inocencia de mi guía, algo en lo que no dude en ningún momento, me puse a indagar porque ese “maquillaje” a la filiación de nuestra Sancha Alonso, que había creado una versión oficial más acorde con la moral y las buenas costumbres de épocas pretéritas.
Encontré, como no por internet, un trabajo de Jesús Ángel SÁNCHEZ RIVERA, de la Universidad Complutense de Madrid, donde entre otras cosas nos explica en qué ambiente histórico y con qué intención se crea la versión oficial que torna a la Sancha Alfonso, fraila comendadora de Santiago, hija ilegitima del Rey de León, en la Sancha Alfonso, primogénita del mismo Rey, reina de León e hija de la Beata Teresa de Portugal.
Y lo ocurrido tenía mucho que ver con la respuesta pregunta que me había devuelto mi guía en la visita de la Iglesia y junto a su sarcófago vacio. Juan respondió en aquel entonces:
¿Sería porque estaba incorrupta?
Pues claro que esa es la clave. La Sancha Alfonso enterrada en Palencia al cabo de los siglos había adquirido cierta veneración entre los lugareños, su tumba era objeto de visita y se le colocaban seguramente “exvotos”, incluso circulaba la leyenda de que había sido traída en vida al lugar en un carruaje tirado por mulas ciegas que desde León no pararon hasta llegar al monasterio de Santa Eufemia, donde se detuvieron definitivamente.
Las monjas en Toledo seguramente advertidas por el administrador Juan de Aguilar, o lo sabian de antes, de que el cuerpo de Sancha Alfonso estaba incorrupto, lo cual en aquel entonces era signo de santidad, dispusieron su traslado, con sigilo y sin pompa, desde Palencia a Toledo. Según una tradición, los habitantes de la Ojeda no permitían a las religiosas el llevarse el cuerpo de la monja, pues existía una gran devoción por él, atribuyéndosele numerosos sucesos milagrosos. Una vez el cuerpo en Toledo acto seguido se inicia el proceso de beatificación.
Y cuando la Orden decidiera incoar la causa de beatificación de doña Sancha, a comienzos del XVII, en la búsqueda del ensalzamiento personal de la futura beata se cambiaría su ilegítimo nacimiento, haciéndola hija de otra Teresa, ésta sí reina, doña Teresa de Portugal, primera esposa del rey Alfonso IX, lo que en aquel entonces debió de ser fácil, así nuestra Sancha pasa a ser la primogénita y la protagonista junta a doña Dulce de la historia que permitió a otro Santo, Fernando III, la unificación de los reinos hispanos. Además se le añadió, ya puestos, el calificarla como “Virgen” y se la hizo Comendadora Mayor del convento palentino, cargo que nunca ostentó.
Como un santo sin icono plástica no tiene demasiado predicamento se le crea en aquel entonces las imágenes de la futura beata, totalmente inventadas pues nada hay que nos permita saber cómo era la imagen de Sancha Alfonso.
A pesar de todo este entramado para crear una Santa la realidad se impuso, pues el “abogado del diablo” , mal nombre que recibe el departamento del vaticano que estudia esto del C.V. de los candidatos a santos, encontró que la filiación de la propuesta Sancha Alfonso tenia errores de bulto que la Orden de las Comendadoras se ha negado siempre a reconocer, llegado a enviarse a un jesuita, que en esto de los temas religiosos son peores que los inspectores de hacienda, el Padre Burriel para examinar en situ la documentación que tenia la Orden sobre su candidata. Y este encontró que el pergamino sobre el que la Fraila Sancha Alfonso había reseñado su filiación estaba burdamente modificado haciendo desaparecer el apellido “gil” de su madre.
Ni que decir tiene que desde entonces la causa de beatificación esta como se dice en vía muerta y con el Venerable Sancha Alfonso, la Orden de las Comendadoras se tenido que conformar.
El actual estado del cuerpo de Sancha Alfonso, que fue examinado de forma pública con ocasión del IV centenario de su nacimiento . es este:
Siendo cierto que en determinadas circunstancias los cuerpos cadavéricos se convierten en momias que conservan ciertos aspectos, tejidos e incluso humores como la sangre, y que este hecho ha sido tomado como signo de santidad por la iglesia católica, también lo es que el fenómeno de los cadáveres incorruptos no es algo extraño e incluso cotidiano en cualquier cementerio. La propia iglesia católica tiene una lista larguísima de santos o beatos cuyos cuerpos están más o menos incorruptos.
Sancha Alfonso llego al monasterio de Santa Eufemia, ya mayor. Entrego a la Orden de las Frailas Comendadoras de Santiago todos sus abundantes bienes terrenales. De su vida anterior a su muerte poco o nada sabemos, es un misterio, su misterio. Pero creo que tiene derecho a que cuando se cuente lo poco que sabemos de su vida se diga lo cierto, entre lo cual estaría el nombre y circustancias de quien era su madre.
Y lograr eso es algo por cierto muy fácil en nuestro mundo tecnológico, tan fácil como irse al monasterio cisterciense de San Benito de Lorbao, próximo a Coimbra, donde reposan los restos de la infanta de Teresa de Portugal, extraer las correspondientes muestras de ADN y cotejarlas con las de Sancha cuyo cuerpo sigue, como hemos visto incorrupto. Establecida la afiliación o no con la Reina Teresa, la causa canoníca puede volver a ser puesta en tramitación.
No sé si Juan, mi guía palentino, quiera contar de ahora en adelante, que la que estuvo allí enterrada, era una hija bastarda del Rey de León, y que como su cuerpo apareciera incorrupto las monjas se lo llevaron para Toledo para hacerla Santa , lo cual suele traer siempre algun beneficio, aunque solo han logrado hacerla venerable porque quisieron hacerla pasar por la autentica reina de león, Doña Sancha de León y Portugal que también murió en un monasterio, en el monasterio cisterciense de San Guillermo en Villabuena, en el Bierzo leones, donde sigue enterrada.
Pero tampoco importa mucho la certeza del enterramiento, lo importante es la magia que hay en el lugar, donde seguramente ronda el espíritu de la Sancha Alfonso allí enterrada que como alma en pena lleva varios siglos buscando el reconocimiento de su identidad como castigo a una vida que nos resulta un misterio.