Estimado Baltasar:
Discúlpame el tuteo, pero debes de ir acostumbrando a que no se dirijan a ti con el “su señoría” , ritual que te correspondía por la condición de Juez que has perdido. Además soy mayor que tu y ambos comenzamos a empaparnos en esto del derecho en las aulas de la Universidad de Sevilla donde daba Mercantil el vilipendiado recientemente Manuel Olivencia y Penal, en mi época era Navarrete pero creo que a ti debió de tocarte Muñoz Conde.
Pues siguiendo con mi carta te diré que ya desde mis orígenes profesionales aprendí algo que muchos jueces olvidan, más por devoción que por intención, que es el principio de la presunción de inocencia. Y leyendo tu carta contra la sentencia que te condena creo que he encontrado la clave de que es lo que te ha pasado y que es lo que te ha traído a tu actual situación profesional.
Dices en tu comunicado carta:
“Mi actuación en el denominado caso Gürtel, se ajustó a la ley y en su desarrollo, tomé todas las medidas para garantizar el derecho de defensa y la investigación de delitos muy graves relacionados con la corrupción, partiendo de los contundentes indicios y para evitar la continuidad delictiva de blanqueo de dinero de los jefes mafiosos que utilizaban, como ya lo habían hecho antes, a los abogados designados.”
En esa frase esta la clave porque es evidente de que se te olvido de que tu misión era investigar y aportar pruebas, con los medios que la ley te permite, tu no puedes ni debes establecer la condición del imputado dándole, como hace, un calificativo a su conducta. Esa parte corresponde al Tribunal que lo ha de juzgar no ha ti, que dirá si su conducta era de blanqueo de dinero y que dirá si eran mafiosos o lo que sea.
Dices en tu carta:
“Se me ha impedido aportar las pruebas que lo demostraban y se ha prescindido de la implicación y participación de abogados en la trama.”
Precisamente esa era tu misión de Juez instructor, aporta pruebas de su implicación y participación de los abogados en la trama. Pero no a cualquier precio, ajustándote a las normas legales, esas que te impedían hacer lo que hiciste, escuchar cuando no podías escuchar.
Y sigues afirmado en tu carta:
“La afirmación que se contiene en la sentencia para justificar el supuesto dolo de que «la inclusión de la cláusula previniendo el derecho de defensa dejando a un lado su efectividad, revela que sabía que su resolución afectaba a este derecho» es una aberración que contradice todo el sentido de la misma y se utiliza para eliminar la base de mi absolución. La sentencia no dice en ningún momento cuál es el daño producido en el derecho de defensa y no lo dice sencillamente porque no existe. Lo inventa. Así mismo falta a la verdad cuando se dice que no se ejecutó la medida de salvaguardar dicho derecho, cuando personalmente me cuide de garantizarlo y así lo avalan las pruebas practicadas e ignoradas por el tribunal. “
Y lo dice porque no entiendes o no quieres entender que el derecho a la defensa esta precisamente en que NO SE PUEDE ESCUCHAR A LOS ABOGADOS CUANDO HABLAN CON SUS CLIENTES. Y no se trataba, como hiciste tu, de escuchar y luego expurgar lo que escuchaste. Se trataba de NO ESCUCHAR.
Y para acabar dices en tu carta:
“Esta sentencia, sin razón jurídica para ello ni pruebas que la sustenten, elimina toda posibilidad para investigar la corrupción y sus delitos asociados abriendo espacios de impunidad y contribuye gravemente, en el afán de acabar con un concreto juez, a laminar la independencia de los jueces en España.”
Y puede que tengas razón en que se limita las posibilidades de “investigar la corrupción y sus delitos asociados abriendo espacios de impunidad” , pero no corresponde a ti, Juez de instrucción, hacer las leyes que permitan investigar la corrupción y sus delitos asociados, si no a los políticos en las cortes generales.
Ya se que tu, como Alfonso Guerra, pensáis que Montesquie estaba errado cuando estableció como base del sistema de garantías de la democracia eso de que el poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial no deben concentrarse en las mismas manos.
Y tu error ha sido precisamente ese, buscar la conducta delictiva a cualquier precio, ignorando las normas que los políticos te pusieron para hacer en tu trabajo, donde quizás te hubiera gustado tener como herramientas, ya puesto, al pentotal y al polígrafo.
Si te sirve de consuelo te diere que no creo que te vaya mal en la vida y que has salido de la carrera judicial, que ya se te quedaba pequeña, por la puerta grande y ahora se te abren las puertas de la política y la lucha de clases, e incluso llegues con suerte y afán a ser ministro de justicia, que cosas peores se han visto, fíjate sino en Joan Garcia OIiver que fue ministro de justicia habiendo sido antes asesino y pistolero, por lo que te pongo un video de uno de sus discursos por si quieres ir tomando ideas.
Cuando pase todo este chaparrón espero no volver a saber de ti, pues será síntoma de que quizás has entendido algo y tomas el anonimato como virtud.
Un saludo.
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