Hoy 21 de Diciembre del 2012, el día que los papanatas de la mayoría del mundo se han puesto de acuerdo para que se produzca el cataclismo definitivo que haga que esto que llamamos civilización se vaya al “carajo” , esto es a la nada; resulta que lo único cierto que ocurre es que hace 365 días que Mariano Rajoy Brey, tomo posesión como presidente del gobierno español.
Del balance de la actividad de gobierno de Mariano se va ocupar hoy seguramente la prensa en general y supongo que señalaran como partes significativas del mismo sus decisiones de gobierno en contra de sus propio programa electoral, sus medidas contra la crisis económica que han generado más desempleo y descontento social, así como el pulso soberanista que le está enfrentando a los catalanes.
Pero no es de eso de lo que quiero comentar, aunque eso sea el exponente en que baso mis observaciones sobre mi paisano.
Tras un año en el gobierno Mariano ha sobresalido precisamente por no sobresalir , por no comportarse como un líder , que apoyaron en las urnas 10.800.000 votantes, que tiene mayoría absoluta para legislar . Allí donde el líder debe de generar confianza y entusiasmo entre sus seguidores, Mariano ha generado desconcierto y decepción.
En su comportamiento político, Mariano ha sido un político ausente que ha dejado en sus ministros la explicación de cuestiones de vital importancia para el futuro del Estado, habiendo eludido explicarnos sus planees y objetivos en la Justicia, la Sanidad, la Educación, etc. etc. , dando la impresión que eso no iba con él , porque está ocupado en hablar con la Comunidad Europea .
Mariano además ante el recto soberanista de los catalanes se ha mostrado como ausente, como si no estuviera ocurriendo, eludiendo el debate público para llamar al orden constitucional al “victimismo” catalán interesado de CIU.
El comportamiento de Mariano en la escena política, en la comunicación con el ciudadano, que sufre en sus carnes las medidas que su gobierno adopta, alguna inevitables y otras cambiables, es el propio del individuo pusilánime, que es un término que solemos usar cuando queremos expresar la ausencia de ánimo, de valor, que alguien presenta a la hora de enfrentarse a una situación adversa, o de lidiar con un escenario muy doloroso.
Generalmente, el pusilánime se destaca por no disponer del valor suficiente, de la necesaria, agresividad para hacerle frente a un reto, hasta el punto de llegar a negar la realidad para no tener que enfrentarse a la misma. Es corriente que muchos pusilánimes no reconozcan su condición como tales o que se rodeen de colaboradores que tomen por ellos las decisiones y ejecuten las acciones, son los clásicos tipos que no dan la cara y se esconde detrás de sus ejecutivos.
Curiosamente las características de la audacia, el ímpetu y el valor son carencias en este tipo de personalidad y son características propias de la personalidad del líder carismático, que es tan necesario en las épocas de crisis.
Esto último es lo que me lleva a pensar, como conclusión del balance del Gobierno del Partido Popular, de que Mariano Rajoy no es el líder que nos va a sacar de la crisis, ni el que va enfrentarse al soberanismo catalán, ni a ganar las próximas elecciones generales, por la sencilla razón de que su personalidad no se lo permite.
¿Sera capaz el partido popular de reaccionar y cambiar de líder?
Veo más posible antes de que eso ocurra el que hoy se acabe el mundo, que espero sea por la mañana que por la tarde tengo cosas que hacer.