Ante la deriva catastrófica que nuestra economía lleva, muchos piensan que debemos de volver a la peseta, una nueva peseta, con el consiguiente abandono de la Unión Europea y quizás de la OTAN, nuestro paraguas frente a las amenazas que nos puedan venir desde el norte de África.
En nuestra literatura romántica, un sevillano, bastante cenizo, como Gustavo Adolfo Becker, cuya imagen se reprodujo en un billete de 100 pesetas, escribió un conocido poema de lamentaciones por el desamor, que reproduciré en su primer verso por venir a cuento con el tema del volver a una situación anterior.
Escribió Gustavo:
“Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y, otra vez, con el ala a sus cristales
jugando llamarán;
pero aquéllas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres…
ésas… ¡no volverán!”
Lo que nos dice el poeta es que en definida la vuelta de las golondrinas, esto es volver a una situación parecida a otra anterior , no es volver a la situación anterior, pues dice no serán “las mismas que aprendieron nuestros nombres”, no serán “aquellas que el vuelo refrenaban tu hermosura y mi dicha al contemplar”, esto es no serian en las mismas circunstancias que teníamos antes, porque esas circunstancias ya no van a volver.
En nuestra vida personal se nos dan muchas cosas que van moldeado la situación que tenemos en cada momento histórico o cronológico y por eso es normal, diría natural, que muchas veces añoremos situaciones pasadas porque fueron mejores que las que nos toca vivir en el presente, siendo además algo normal que tales añoranzas suelan ocurrir cuando precisamente estamos sufriendo algún tipo de contrariedad.
Hace poco un amigo mío, casado y con tres hijos ya mozos/as, que se ha divorciado hace un año, me contaba que había añorado o recordado lo bien que estaba en su pueblo con una novia que tenia y que dejo por el motivo de hacer el servicio militar, que le trajo a Palma y que aquí, como él dice, le había dejado. Supo que su antigua novia había enviudado hace años y que no tenía hijos, así que mi amigo, ni corto ni perezoso, se fue al pueblo con la disculpa de la herencia de su tía abuela, y claro esta hizo por volver a ver a su antigua novia. El resultado de aquel reencuentro fue el desencanto. Pues mi amigo la recordaba delgada, fina de modales y muy religiosa, era catequista en los barrios marginales. Y lo que encontró fue a una mujer mayor, de su edad, gorda, avejentada por los sufrimientos de su vida personal, fumadora “como un carretero”, me dijo, bebedora compulsiva de cerveza y mal hablada, según el, de cada cinco palabras que decía tres eran tacos. Y termino contándome que además le olía distinto.
Tras su relato me sonreí y le recordé el verso de Gustavo.
Por eso ahora en que la situación económica en general a punta a la catástrofe entiendo aquellos que abogan por la vuelta de la peseta.
El otro día leí que el analista económico Liam Halligan, advirtió en el Sunday Telegraph, que la bomba de la deuda de España está a punto de explotar, porque si bien la deuda gubernamental de España es relativamente pequeña si se compara con el PNB, la deuda del sector bancario privado es un 300 por 100 mayor que el PNB, por lo que próximamente España se enfrentara a enormes desplomes bancarios porque los bancos españoles -que tienen un nivel de deuda bancaria que ya no pueden controlar y por otro lado se enfrentan al desplome de los valores inmobiliarios que han caído un 40 por 100-, tienen todos una montaña de deudas incobrables.
Es generalizada la impresión que tenemos que casi de repente España, que era un país rico, se están haciendo pobre. Y que las estadísticas confirman esa situación pues con el desempleo cerca del 25% y el desempleo de los jóvenes alrededor del 50%, es evidente que las cosas van de mal en peor, a pesar de que hicimos elecciones y pusimos en el timón de la gobernación a otra gente distinta, más seria y mejor preparada, que la anterior.
Y siendo esto cierto y que los nuevos gobernantes han tomado nuevas y más profundas medidas, que llaman reformas, tal cosa no quiere decir que no estén equivocados, bien intencionadamente equivocados, pero que es igual de equivocados. Y es que lo que ahora está pasando no se deben de estar entre las lecciones que se dan en las universidades, aunque hay modelos matemáticos, modelos económicos, etc., etc., pero a veces uno tiene la impresión de lo que sobre eso hay mucha teoría y poca practica.
Pero a pesar de todas esas reformas no se tiene la sensación de que las cosas vayan para mejor ni tan siquiera se ha congelado la creación de desempleo, que continua a razón de 4000 personas por día y por lo que se escucha es que las cosas irán a peor.
Parecía que el frenar del déficit en general, central, autonómico y local, que era una medida efectiva en la que, salvo los derrochadores, todos estaban de acuerdo, pero lo que ha conseguido hasta ahora ha sido solo recortes sociales que está dando motivos a la gentes para salir a protestar a la calle. Es mas polémico es el tema de la reforma laboral, que tiene cosas necesarias pero que se equivoca, al menos esa es mi opinión, en el tema del despido sin causa, el llamado despido improcedente.
Como ya dije antes para mí es un craso error quitar el despido exprés y los salarios de tramitación, porque eso es a todas luces un incentivo para despedir mas trabajadores, cuando lo que debió de hacerse fue congelar las plantillas de tal modo que solo aquellos que tuvieran motivos objetivos pudieran despedir justificando la medida. Tal cosa hubiera supuesto poder realmente valorar si los despedidos que por día a día se sigue habiendo son realmente despidos por causas objetivos o simples ajuste de plantilla en plan cambio trabajadores díscolos por sumisos extranjeros, como las estadísticas están resaltando.
Esta contención del desempleo hubiera permitido hacer bien los cálculos sobre los impuestos a recaudar y no decir primeramente que solo se realizaría un ajuste, como siempre en mas, de los ingresos provenientes del IRPF , que es un impuesto sobre las nominas, para a los cuatro meses decir que también se va a subir el IVA, o que es lo mismo que decir que se van a subir los precios en un mercado donde el dinero está llegando a cuenta gotas, que se dice.
Mi duda es si serán capaces los nuevos gobernantes de darse cuenta que algunas de sus medidas están erróneas o creando el efecto contrario al que se pretende corregir.
Si no que vea Mariano lo que está haciendo Nicolás que ahora tras la primera vuelta de las elecciones a la presidencia ha cambiado su discurso y promete que se va a cuidar más de los intereses de la republica francesa, esto es de los votantes, y les dice: «No voy a dejar que Francia se diluya en la globalización”, lo que es todo un cambio en su política económica europeísta con un giro hacia la autarquía .
Quizás esto, del cambio de opinión y de estrategia política, no sea posible con el gobierno de Mariano, cuya falta de liderazgo se suple con rigidez de sus planteamientos y eso que por activa o por pasiva se le esta diciento que se ha equivocado en el tema de la reforma laboral.
Yo siempre he pensado que esta rigidez de Mariano es un residuo de su profesión de registrador de la propiedad, numero uno de su promoción siendo un mozuelo. Y ahí también tendría que aprender de Nicolás, en cuya trayectoria vital y familiar no ha tenido ningún inconveniente en cambiar su apellido de origen por el afrancesado Sarkozy, su religión de origen judío sefardí por la católica y a su esposa Cecilia, por la exuberante Carla. Si bien es cierto que a Mariano no le hace falta usar las calzas que lleva Nicolás para parecer 7 cm más alto, si debería de aprender del político conservador galo su destreza para cambiar de rumbo según sople el viento, como hacen los buenos marinos y los políticos avezados.
Predecir lo que va pasar a medio plazo es difícil por no decir imposible porque si bien desde el gobierno se empeñan en decir que el año que viene será mejor que este como consecuencia de las reformas, eso dijo Mariano el pasado domingo en un discurso de auto convencimiento de que va por la buena senda y donde culpo a los socialistas de la herencia que recibió. Que siendo esto último cierto no es por ello elemento que impida que Mariano se este equivocando, como ya dicen desde su propio partido .
Pero lo hay que además quien afirman que la cosa antes del final del año que corre va inevitablemente hacia la salida de España del Euro y que habrá una nueva peseta. Y lo dicen y lo argumenta. Lo que no dicen es sobre qué base de garantía se emitiría la nueva moneda, porque desparecido el patrón oro, el dinero de un país actual de nuestro entorno se cimienta sobre los bonos soberanos, o lo que es lo mismo sobre deuda.
Pienso que eso de ser así no significa, como decía Gustavo en su poema, las cosas volverán a ser igual que antes, pues más bien será una nueva época, con sus ventajas y sus inconvenientes. Es curioso que desde la perspectiva de la historia se pueda comprobar que las circunstancias si se repiten, lo único es que nosotros no podemos hacer que sean cuando nos interesa y como nos interesan.
Ahora el problema de fondo es la falta de liquidez, hay mas deuda en circulación que dinero, pues los bonos son promesas de pago a un cierto tiempo, con diversas garantías, se llaman “bonos soberanos” cuando la garantía la da un estado, pero como ya sabemos eso no es garantía de que se vayan a cobrar el dinero que se entrega a cuenta del bono. Además todo parece indicar que al igual que ocurrió con las hipotecas “sub-prime” (por debajo del prime siendo prime la estimación media de la garantía de devolución del dinero prestado) actualmente en nuestro país se está dando una política igualmente especulativa de la toma de dinero prestado por parte de los bancos españoles del banco central europeo al interés del 1 % , con la garantía del Estado Español, al cual luego los bancos españoles le compra su deuda soberana, por la cual está dando entre el 4 al 6 % de interés, lo que supone un diferencial mínimo entre el 3 y el 5% de ganancia, lo cual es en definitiva una gran “pelota” ( pues el único objetivo es proporcionar crédito al Estado a través del descuento bancario ). Por lo tanto si el estado no recauda no puede devolver el dinero a los bancos, tenedores de sus bonos soberanos, y estos a su vez no lo pueden devolver al Banco Central Europeo, que lo tiene garantizado por el deudor Estado con lo cual no lo cobrara si no obtiene un préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) , con lo cual al final para poder disponer de 100 euros el Estado pagara entre 140 o 150 € , en el mejor de los casos.
Ciertamente ese chorro de costes financieros solo se puede cortar por dos medios:
1.- Recortes de todo tipo, desde la legislación laboral, programas sociales etc. etc. , para que las condiciones en toman los préstamos para financiar una deuda sean mejores, es lo que se llama “medidas que pide el mercado” que se mide con la “prima de riesgo ofrecida” que siempre va creciendo.
2. – Abandonar el mercado de bonos, que lastran en definitiva los servicios que se prestan por el estado a los cuidados, al tener estos que cargar con los pagos de los intereses. Esto implicaría que el gobierno español debería de volver a emitir su propia moneda, las nuevas pesetas.
Ahora bien esta ultima tesitura conlleva el abandonar la Unión Europea no significa que la deuda generada y acumulada va por ello a desaparecer, si se podría entrar en una negociación de la misma a largo plazo, con las correspondientes quitas, como hizo en su momento argentina con su deuda externa . España tiene la ventaja, frente al caso argentino, de que recibe cerca de 46 millones de turistas cada año y eso son muchas divisas que entrarían pues además la nueva peseta lógicamente se devaluaría frente al euro y el dólar, haciendo que este fuera un destino vacacional todavía mas atractivo.
Pero no todo seria discutir sobre el volver o no a la peseta, pues en cualquiera de las dos soluciones expuestas, hay que enfrenarse a la reforma del sistema de administración del Estado, pues hay una mala gestión generalizada de los recursos del Estado, además del desastre del Estado de la Autonomías, cuatro veces más caro que uno centralizado y fuente del mayor grado de despilfarro y corrupción de toda la historia de España.
Es posible que vuelvan las pesetas a nuestros bolsillos, es posible pero como dice el verso no sería con las mismas alegrías y circunstancias anteriores, comenzado porque cuando había la peseta (termino su circulación el 31-12-2001) el número de parados era mucho menor (habrá a finales del 2012 unos 4 millones más de parados que en el año 2001 ) , por lo que se hace cada día mas preciso volver a la emigración hacia el norte para estabilizar el mercado de la mano de obra aunque tampoco seria de desdeñar el que se volvieran a las políticas de repoblación en el interior, en pueblos y zonas donde el abandono del campo no tiene lógica.
Muchos son ya los que dicen que ante la situación actual, algo habrá que hacer, mas allá de manifestarse en las calles, y por eso sería positivo y ayudaría a restar incertidumbre, sobre todo para los jóvenes el que hubiera un plan, al menos el gobierno expusiera un plan general de reformas y que es el objetivo o objetivos que se quieren alcanzar.
Que es precisamente lo que tengo en falta en Mariano que no acaba de contarnos su plan, bueno si es que tiene alguno, que diría Alfredo, el ahora intrigante líder de la oposición.