La prensa se ocupa estos días de la incapacitación de la que fuera la “saeta rubia” del futbol mundial, porque sus hijos quieren “protegerlo” de un posible matrimonio con su secretaria que es 50 años más joven.
Este es un caso más de sonados amores otoñales, la duquesa de Alba, la heredera de la firma L’Oréal, que la prensa nos retrata de higos a brevas, pero no son los únicos, pues parece que desde hace años a los llamados “de la tercera” , en silencio y fuera de atención mediática, han removido esto de lo “socialmente correcto” para liarse la manta a la cabeza y dedicarse a el arte de amar , que decía Ovidio, allá por el principio de era cristiana.
Amarse, o lo que es peor amar con diferencia de edad entre los amantes, es al parecer una actividad que la sociedad, hipócrita sociedad, censura. ¿Por qué razón?
Pienso que básicamente lo hace por miedo, porque la educación social recibida, necesaria en algún momento de la evolución de la persona dentro de la social, viene a imponer que las parejas deben de ser para toda la vida.
Y creo que sí, que existen razones que aconsejan que al menos en la época de educación de los hijos, las parejas deben de estar unidas en la tarea común de su crianza, pues tal labor de tutela a dos, se ha visto como importante para la continuidad de la especie humana.
Ahora bien pasada esta época de crianza familiar que razón suprema existe para exigir o lo que es lo mismo, para censurar, el que las personas que no encuentran satisfacción en su unión matrimonial no puedan divorciarse y rehacer sus vidas de un modo nuevo e independiente.
¿Porque razón, hombres y mujeres, divórcianos o viudos, no pueden volver a juntarse con nuevas parejas y volver a formar nuevas familias? Evidentemente por ninguna razón.
Pues puestos en tal tesitura, si las expectativas de vida útil, debido al desarrollo de nuestra sociedad, ha aumentado a casi el doble de las que había en los tiempo de Ovidio, porque razón no pueden formarse parejas con diferencia de edad entre sus miembros.
Yo entiendo el miedo de los hijos de Alfredo Di Stéfano , ya no solo en lo económico, para lo cual hay soluciones como hizo la Duquesa de Alba, sino además en lo personal, pues los amores matan en cualquier edad, pero para ello también está la compresión y el cariño familiar , la tolerancia y sobre todo la vigilancia de cerca del padre o madre que se decide o necesita tener un nuevo amor .
Pero no más allá, nada de prohibiciones, ni malas caras, ni desplantes, ni de regaños ni mucho menos de críticas.
El amor después de los 40 ya no tiene edad y puede surgí en cualquier lugar y con cualquier persona y con cualquier edad, son amores otoñales, que se disfrutan, y sufren, como los juveniles, pero sobretodo son los que llenan nuestra vida justo cuanto esta va camino de írsenos.
PD: Merche, gracias por quererme.
0 Comentarios.