Georgios, es la simbiosis, esto es la relación estrecha entre organismos de distintas especies,  de dos tipos de ideología que deberían de ser antagonistas. Por un lado libera el socialismo oficial mundial, la llamada social democracia, pues  es presiden de la internacional socialista, y por otro es el descendiente, tercera generación, de una de las oligarquías más  arraigadas en su país, ellos se hacen llamar dinastía de estadistas.

Por lo tanto esta especie de esquizofrenia económica que ahora presenta en su enfrentamiento político al resto de los líderes de los países europeos, donde acepta que está en quiebra, el establecimiento de una quita es una medida que se hace solo al quebrado, pero al mismo tiempo se niega a tomar las medidas económico políticas que le imponen sus acreedores  sin el visto bueno de su pueblo,  a mi me parece que es algo normal o consustancial a la dicha simbiosis.

Sin duda, este norteamericano de origen griego, nació y se educo en Minnesota, que precisamente nació bajo el signo de géminis, por lo tanto tiene cualidad zodiacal de ser doble o mutable, esta desarrollando una calculada estrategia, pues de momento ya sabe lo que sus “socios” comunitarios están dispuestos a darle, así que ahora se trata de sacar mas ventaja.

El conoce perfectamente lo manejable que es la población que lo sostiene como presidente, por algo estudio en los mejores colegios suecos y norteamericanos, donde acabo licenciándose en  sociología. Y tiene la escuela practica de la vida de su padre como político griego, supongo que de ahí saco el conocimiento de gran estratega que dicen que es, al menos eso demuestra cuando el segundo acto que hace después de decir a sus socios que NO, es cambiar toda la copula de mando del ejército griego, que seria precisamente el único que podría dentro de la estructura política de su país  llevarle la contraria de una forma directa.

Georgios, como hacían los tahúres del Mississippi, está jugando sus cartas y en frente tiene a unos menos avispados jugadores que tiene más que perder que él, pues no olvidemos que la expulsión del euro de Grecia convertiría en papel mojado los “bonos soberanos” griegos y llevaría a la banca alemana y francesa a una situación próxima a la bancarrota, de la que tendrían que sacarla sus gobiernos.

Desde mi  punto de vista del estudioso de los fenómenos sociales, la situación actual creada por Georgios es muy interesante y digna de un detenido estudio.