En Davos, la ciudad suiza que se encuentra a mayor altura en Europa, famosa por la celebración de eventos de deportes de invierno, existe un antiguo sanatorio, donde las clases pudientes curaban su tuberculosis a base de descanso, buen clima y sana comida, al tiempo que enriquecían a cierta clase médica que predicaba la cura de la misma  basándose en la teoría fisiológica de aumentar el flujo sanguíneo pulmonar, por la taquicardia inducida por la altura, con lo que nada mas llegar al sanatorio los enfermos debían de resultar aliviados de los ahogos que la enfermedad les producia en su afectación pulmonar . Hoy día la ciencia médica y los antibióticos han hecho innecesario el sanatorio, así que ahora se dedica, entre otros eventos, a dar albergue de modo anual  al Foro Económico Mundial (World Economic Forum, WEF), que es una especie de club social del capitalismo más civilizado y hoy día considerado como un referente mundial de cómo va la economía de los países.

La importancia de la reunión anual que el Foro celebra en Davos esta en que es tomada como si de una “feria de exposición” de las economías de los países se tratara por los inversores internacionales, esos que invierte o no en los bonos del tesorero español, que son los que proporcionan la liquidez que necesita mi paisana Elena Salgado para llegar a pagar el gasto corriente que es ineludible ( esto es, los gastos que se destinan a la contratación de los recursos humanos y a la compra de los bienes y servicios necesarios para el desarrollo propio de las funciones administrativas). Y este año más que nunca España necesita de los dineros de fuera para poder pagar su gasto corriente.

Fuera por esnobismo o por realidad lo cierto es que los entendido que asistieron este año al foro de Davos comenzaron dándole palos a la situación de la economía española y a las ideas de futuro para la misma del actual gobierno socialista y para remate, después de una intervención que le hace parecer un postulante a un puesto de trabajo, a ZP le pillaron por sus deficiencias con el ingles.

 

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La prensa internacional ciertamente se cebo con el ingenuo y mal asesorado Zapatero, que debió de levantarse cuando le dijeron que no había traducción al castellano, porque su discurso en español no podía ser entendido por los presentes que asistieron sin enterarse a las explicaciones del estadista que preside la Unión Europea. Fuera casualidad o fuera falta de previsión de su equipo lo cierto es que Zapatero erro en Davos y que los inversores internacionales dejaron de comprar “Bonos del Tesoro” .

Me han contado que a su vuelta de Davos, Zapatero pensó que debía de dar un signo para que los inversionistas se creyeran su discurso, así que se llamo al su amigo Granados y le pidió las propuesta que tenia elaboradas para tratar en el pacto de Toledo y las saco como si de una medida de gobierno se tratara, sin saberlo de antemano su Ministro de Trabajo, que no asistió al consejo de ministros.

Luego Elena se ha ido, como vulgar viajante de comercio, a promocionar los Bonos del Tesoro a Londres y Pepe Blanco salió con lo del contubernio internacional contra España, contra el Euro y contra Zapatero.

Cada día estoy más convencido que a todos estos le hace falta, como terapia, una sesión continua de la serie televisiva “El ala oeste de la Casa Blanca” que por cierto protagoniza el hijo de un gallego. Yo de momento cuento el rumor como me lo han contado y como minimo creo que la historia es creible.