La RAE recoge, dentro del término “cuadratura”, que la cuadratura del círculo se usa para indicar la imposibilidad de algo. La base de tal imposibilidad esta en las reglas, llamadas griegas, de que se debe de hacerse utilizando solamente una regla y un compás.
Pero curiosamente algunos matemáticos han establecido que si eliminamos la restricción de utilizar solamente regla y compás y las normas establecidas en la antigua Grecia, se puede realizar la cuadratura del círculo. Esto es, dicen ellos , partiendo de un círculo de área A se puede construir un cuadrado de área A. Por lo tanto, al tener ambos, el circulo y el cuadrado la misma área habremos “cuadrado” el “circulo”. Esto es lo que se llama la cuadratura del círculo matemático.
Sin duda esta solución es una falacia, esto es un “Engaño, fraude o mentira con que se intenta dañar a alguien “, este caso se trata de dañar a la geometría, una de las ciencias más antiguas que existen, pues sabido es que antes de que lo hicieran en la antigua Grecia, la civilización babilónica fue una de las primeras culturas que incorpora el estudio y uso de la geometría.
En nuestro panorama político actual, hoy es 4 de septiembre, tras el bloqueo a la constitución de un nuevo gobierno en las cortes constituidas tras las segundas elecciones de este año , el todavía líder de los socialistas españoles, Pedro Sanchez, se ofrece para liberal una solución para evitar que tengamos que repetir las elecciones generales por tercera vez en lo que va de año.
Y tiene razón, si suman el resto de las fuerzas políticas sus votos a su candidatura, él podría ser el próximo presidente del gobierno, habría conseguido cuadrar el círculo político.
Pero claro tal solución es tan falaz como la solución que ofrecen los matemáticos para cuadra un circulo, pues ambas parten necesariamente de una premisa previa, en este caso de que todos los diputados, menos lógicamente los del Partido Popular, deberían de votarle, traicionando a su electorado, esto es al motivo por el cual los eligieron.
Yo no puedo entender, como sin traicionar a sus electores, que por ejemplo que los diputados de los partidos declarados nacionalistas catalanes o vascos voten a Pedro Sanchez, renunciando a sus legítimas reclamaciones secesionistas. Y no lo puedo entender porque precisamente estas fueron la causa por la cual, de un modo democrático, fueron elegidos por ciudadanos que así lo quieren.
Si yo te voto es porque estoy de acuerdo con lo principal de tu programa electoral y por lo tanto si ahora me lo cambias, renunciando a sus contenidos, estas , lógicamente, traicionando a tus electores.
La fórmula que ahora Pedro Sanchez ofrece parte, como en la cuadratura del círculo matemático, olvidarse de las reglas por la cuales se conforma el sistema democrático, cual es el compromiso del elegido con sus electores. Y para hacerlo intenta encontrar un llamado “máximo común divisor “esto es “el mayor número entero que divide a los demás números sin dejar resto” y que han bautizado como el pacto de “las fuerzas del cambio”.
¿Y que son o cuales son tales fuerzas?
En el pueblo de Oroso, municipio del interior de la Coruña en Galicia, al inicio de la campaña electoral gallega, ha dicho Sánchez que trabajará «sin descanso» para entenderse con las «fuerzas del cambio» , para a continuación adelantar que hablará esta semana con Rivera e Iglesias para buscar una solución al «atasco político» que vive España.
Piensa Sanchez que ambos partidos, Podemos y Ciudadanos, son las fuerzas del cambio. Si eso fuera así creo que nos debería de explicar porque dos partidos políticos tan dispares estarían en disposición, traicionando a su electorado a unirse a su banda (el termino banda es sinónimo de grupo) de “las fuerzas del cambio”.
Se ve que Pedro ignora, que, salvo traicionado a sus electores, ambos partidos, Podemos y Ciudadanos, como ocurre con el agua y el aceite, no se mezclan, porque tienen electores de signo político distinto. Por lo tanto, solo les quedaría, contra sus propios electores, votar a Sanchez . Y asi mismo nos tiene que explicar como va hacer para tirarse en brazos de las fuerzas nacionalistas, sin que estas vayan a renunciar a sus legítimas peticiones y abrazar el “federalismo transversal” , que es lo más que les puede ofrecer, y que es algo que no entiende nadie.
Así pues, como no valen fórmulas matemáticas sin reglas previas, sea la del uso de la regla y el compás, en el caso de la cuadratura del círculo, o sea la de la fidelidad a sus electores, en el caso de los partidos políticos, mucho me temo que a Sanchez no le va a salir esa fórmula de “unidos todos contra Rajoy” que esconde su nuevo eslogan de “las fuerzas del cambio”.