Ahora, tras años de incumplir sus obligaciones, resulta que la prensa descubre que los Sindicatos Oficiales son un nido de corruptos, que viven del cuento, sacándole el usufructo al prestigio que a los mismos dieran obreros honrados como Marcelino Camacho o Nicolás Redondo. Ahora se descubre que defraudan como algo normal a las arcas del Estado, bien fingiendo y cobrando cursos que no dan, bien cargando directamente a sus presupuestos gastos personales de sus jefecillos o mandamases y de más favorecidos.
Pues a buenas horas se enteran de lo que todos los que estamos en este mundo de las relaciones laborales ya sabíamos y constamos en múltiples ocasiones. Pues sí, y dejando a un lado contadas excepciones, por lo general las llamadas organizaciones sindicales mayoritarias son un aparato organizativo donde cuatro gatos manipulan a un ingente grupo de obreros con consignas rancias como que el empresario es el coco a combatir porque si, al cual por lo visto en Andalucía, además era buen árbol al que se arribaban para poner la mano por su “colaboración” en EREs y de mas conflictos.
A mí esto de que ahora la prensa se ponga a sacar los trapos sucios sindicales me suena al “rasgarse las vestiduras” , que dice la biblia practicaban los fariseos hace más de dos mil años como muestra, fingida, de indignación . Es que acaso lo que ahora se dice no viene pasando desde hace años como parte del proceso de burocracion sindical al que los sucesivos gobiernos socialistas desde Felipe González han sometido a los mal llamados sindicatos de clase. Y nadie ha dicho nada porque a todos, incluyendo a las patronales, convenia.
La intervención de los trabajadores en las empresas, a modo de cogestión en la producción de bienes, es una asignatura pendiente, como la regulación de la huelga, que ha sido dejada de la mano del legislador, en nuestro entorno laboral, mas por conveniencia política que por otra cosa. Algo que por cierto no ha ocurrido en otros países de la unión europea.
Como alternativa a una regulación seria sindical se ha ido dando dineros sin control que se han repartido como los “fondos de reptiles” y que han ido callando la intervención política de las organizaciones sindicales, básicamente CC.OO. y UGT, que como herederas de la “organización sindical” franquista, copada en sus últimos años por los movimientos de obreros de los partidos de izquierdas, que las usaban como “correa de trasmisión” y reclutamiento para sus manifestaciones callejeras, con fines más políticos que sindicales.
Así pues aquí se ha pasado de celebrar en el Santiago Bernabéu el día de San José Artesano a la fiesta en la casa de campo, todo ello siempre el primero de Mayo, sin una rotura con las viejas costumbres falangistas, en que se colocaban a los jefes sindicales en poltronas con sueldo a cambio de la adhesión al gobierno en el poder.
Porque díganme donde está la diferencia entre los jefes del sindicato vertical, de obreros y empresarios, de los tiempos de franquismo, con los actuales “jefes” de las centrales sindicales u organizaciones empresariales. Pues en la práctica en ninguna cosa.
Eso sí tenemos seis millones de trabajadores sin trabajo, con el drama humano que eso supone, tenemos el mercado en recesión, buscando “brotes verdes” con lupa sin que aparezcan. Pero mientras tanto, los Jefes sindicales y empresariales, con sueldos millonarios, reparten los fondos que los sucesivos gobiernos les han dado porque si, más bien por tenerlos callados o aplaudiendo según les conviniera.
Por eso que hablar ahora de lo que la prensa airea como el gran descubrimiento de la corrupción sindical , es simplemente hablar del “chocolate del loro”, que se dice, pues de lo que se habla es el aspecto nimio, de poca relevancia, del tema, vamos la anécdota.