Un hecho tan terrible como el descarrilamiento de un tren, con tantas víctimas, muertos y heridos, a nadie deja indiferente y a todos interesa.
Tras el primer momento de necesario auxilio, con tantas vidas trucadas, se hace necesario buscar las causas de tal suceso. Más que nada para evitar que vuelva a ocurrir.
Sabido es que lo fácil, lo casi normal, es decir que la culpa la tiene el factor humano inmediato, el imprevisible factor humano.
Y en este caso no ha sido una excepción y todos, salvo contadas personas, han proclamado a los vientos de los medios de comunicación, que la culpa de lo ocurrido es del maquinista del tren, que para su desgracia además ha salido vivo de la tragedia.
He visto en los informadores profesionales un cierto eco a los espurios intereses de las empresas afectadas, que se juegan suculentos contratos si fueran encontradas causas técnicas y no humanas en tal desgraciado percance.
E incluso he oído decir que el hecho, normal por otro lado, de que el maquinista no quiera declarar es prueba de su culpabilidad. A tamaños ignorantes les diré que precisamente tal aptitud de silencio es la mejor de las defensas, recordándoles que por ejemplo la famosa Paca, no declaro en ninguna fase del proceso penal en su contra, al final salió absuelta.
Es mas incluso si el maquinista hubiera actuado imprudentemente y como aseveran algunos fue el causante de velocidad que provoca, según algunos, el accidente, existiría una culpabilidad técnica reprochable a la empresa transportista por dar a los maquinistas un margen excesivo de facultades en la conducción de cientos de pasajeros.
Nuestra constitución, alineada con las doctrinas humanistas, en su artículo 24.2 incardina el derecho a la presunción de inocencia, y esto supone que mientras no se demuestre lo contrario el maquinista es inocente.
Y mientras tanto hay muchas cosas que explicar, desde un punto de vista técnico, como por ejemplo porque en esta imagen, tomada del conocido video sobre el accidente, al momento de comenzar a tomar la curva, el vagón que viene después de la maquina ya venía en aire, no pisaba la vía, lo que contradice la teoría que el accidente se produce por la velocidad y la curva.