Lo que parecía un “negocio redondo” para la familia Hidalgo, que pasaba de estar preparado un ERE con todos sus empleados de todas sus empresas, con los pilotos ya cerrado con una reducción salarial de 15 por ciento, a los que pide una reducción salarial de 25 por ciento, a ser el mayor grupo turístico español al adquirir el 100 por 100 de el grupo Orizonia , esta camino de convertirse en un culebrón.
El supuesto pretendiente frustrado, la familia Barceló, sale ahora diciendo que tiene derechos adquiridos y dice: «Defenderemos los derechos que nos asisten en virtud del acuerdo firmado con Orizonia»
Y tal cosa solo puede suponer que los vecinos de la calle del alcalde liberal Francisco Rover Motta han desenterrado el “hacha de la guerra”, pues a continuación los Barceló dijeron: «Seguimos plenamente convencidos del valor de nuestro proyecto conjunto con el grupo Orizonia, de ahí que traslademos nuestra preocupación por el ajuste en el empleo que previsiblemente vaya a tener lugar debido a las duplicidades existentes entre los grupos cuyo acuerdo se ha anunciado».
La rumorología esta supuestamente sacando a la luz las claves por las cuales los advenedizos salamantinos le han ganado esta mano, que no la partida, a los tradicionales hoteleros mallorquines, con 80 años de historia, por hacerse con los restos del que fuera parte del imperio del zapatero inquense metido a hotelero.
Por un lado estarían los 20 millones que los Barceló no quisieron dar para el pago de abogados comisionistas y directivos en puertas, cosa que si pagara el salamantino y por otro estaría la cuantía de la quita a los bancos de sus prestamos, pues los mallorquines, inventores del “tazita a tazita”, apuraron la misma hasta el 90 por ciento, mientras los Hidalgos la situaron sensiblemente mas baja.
Así pues para unos fue la avaricia de los Barceló, otros llamas buen hacer, que apretaron los términos de la negociación, lo que le hizo perder esta mano.
Yo creo que los Barcelo han sabido jugar bien sus cartas, pues el grupo en venta no es una “perita en dulce”, con unas deudas que llegan a los 800 millones, que ellos convertían en 115 millones con su quita a los bancos, supone un riesgo muy grande para los Hidalgo, que negocian un ERE mas por necesidad que por ganas.
Pero lo curioso es que ninguno de ellos ponía dinero suyo, pues al parecer había una serie de créditos bancarios dispuestos para pagar los 40 millones que hay que meter de momento en Orizonia si no se quiere que algún proveedor cabreado y harto de promesas no se vaya a la travesía de Ballester a pedir el concurso de acreedores.
Y como el que avisa no es traidor, los Barceló lo han dicho clarito y alto : “traslademos nuestra preocupación por el ajuste en el empleo que previsiblemente vaya a tener lugar debido a las duplicidades existentes entre los grupos “ , que es lo mismo que decir haremos todo lo posible, que es mucho mas que lo que pueden los Hidalgo, para que las autoridades no os concedan los permisos necesarios para que la fusión se produzca. Además de que ya han anunciado un pleito o al menos eso entiendo que quieren decir cuando han dicho: “Defenderemos los derechos que nos asisten” .
Y además, me especulaba ayer un hotelero que conoce las mañas de los Barceló, como tienen proveedores comunes, quien te dice que no compren la deuda de uno de ellos para pedir el concurso de acreedores de Orizonia, dándoles doble ventaja en la lucha de hacerse con el grupo.
Así que esto promete ser un serial por capítulos de un autentico culebrón, que nos sentaremos a ver con cierto grado de divertimiento.