A la vista de los acontecimientos y la campaña electoral en la Comunidad Autónoma Catalana, estoy llegando a la conclusión, que desde hace tiempo sospecho, de que detrás de esta supuesta deriva independentista de Arturo Más existe una planificada estrategia, que a modo de “conjura”, tiene su origen en la oligarquía catalana creada entorno al partido de Arturo Mas, que no es propiamente catalanista ni auténticamente nacionalista.
Comenzare por explicar que es una oligarquía, pues el término a veces se confunde. Para este artículo usare la tercera de las definiciones que da el RAE, que dice que es:
“Conjunto de algunos poderosos negociantes que se aúnan para que todos los negocios dependan de su arbitrio”
Sabido es, por la ciencia política, que la base de la conformación de todo sistema oligárquico esta en la existencia de un intercambio, extraoficial, de favores, lo que se denomina “clientelismo”, que se hace por medio de la corrupción del sistema institucional, en la cual los titulares de los cargos políticos, encargados de administrar la concesión de las prestaciones publicas, que salen de los impuestos que pagan todos los ciudadanos, al repartir dichas prestaciones por medio de su función pública, al ejecutar en definitiva dicha función lo que hacen es que las dichas prestaciones publicas las reparten entre sus contactos o entre los relacionados con ellos, a cambio de apoyo electoral o de dinero para si o para el partido.
Esto no es un mal exclusivo de la sociedad catalana, es un mal general en todo el Estado Español, que ahora lo vemos de un modo evidente por ejemplo en la Comunidad Autónoma Andaluza por medio asuntos judiciales sobre corrupción, pero si es un sistema clientelar que esta encapsulado de un modo muy particular en sociedad catalana, como algo normal, de hecho la Generalidad en su origen era una forma oligárquica de poder, como lo demuestra, por ejemplo, el procedimiento de designación de sus componentes, pues en un principio los miembros de la Generalidad se sucedían por cooptación, o sea, sus titulares designaban de hecho a sus sucesores, hasta que el rey Fernando II (1479-1516) impuso en 1488 la designación por insaculación, es decir, que las personas fueran escogidas al azar entre una lista de nombres propuesta por el rey o por los grupos dominantes.
Y en Cataluña, como dijera Maragall , el problema de CIU son las comisiones que existe detrás de toda obra o servicio publico, siendo el caso del Palau de la Música la punta del iceberg de esa corrupción institucional.
Como CIU ha llevado a la quiebra técnica a la Comunidad Autónoma Catalana, y el gobierno central acuciado por la crisis económica ha cerrado el grifo del dinero publico, (el privado tiene catalogado como bono basura los bonos patrióticos catalanes), así pues los miembros de la oligarquía creada entorno al partido de Arturo Mas, se han quedado sin el dinero y sin pacto fiscal con el gobierno central, que esta pagando directamente a los proveedores de los bienes básicos para los ciudadanos catalanes, como recientemente ha hecho con las deudas a las farmacias.
Así pues, cual es la solución para la oligarquía catalana, pues la “la independencia” , con Mas al frente. Como intelectualmente no es Arturo Mas un lince, que se sepa no ha escrito ni un solo libro frente a los tropecientos libros y artículos sobre Catalunya y sobre la política, publicados ya antes de ser de ser presidente por Jordi Pujol, pues se ha tirado a la estrategia electoral del marketing comercial y han creado un producto: “la independencia”.
Se ha tomado una manifestación nacionalista, organizada por las fuerzas de izquierdas, opuestas a CIU, durante la fiesta tradicional de la Diada, con 500.000 participantes de todo color y condición, y se ha transformado, por la magia del repetir una mentira hasta que esta se convierte en una verdad, en una manifestación por la independencia, con 1.500.000 de participantes, con CIU de abanderado y Arturo Mas a la cabeza como su líder mesiánico.
El discurso electoral nacionalista de Más se ha descafeinado (como explique en mi post anterior) , y ahora todos los que viven en Cataluña, sean étnicamente negros, blancos o amarillos, caben en su proyecto de futura independencia, donde el idioma y cultura catalanas no son imprescindible. Y como él dijo en la entrevista que le hizo el catalan Jordi González en de Telecinco, lo importante no es si después de la independencia hay un reino o una republica, lo que determinaría un modelo de estado, digo yo, lo importante, dijo el, es la independencia. (Copiando la frase de “Monarquía? República?: Independencia!” de Francisco Cambó )
Y es que ciertamente la independencia catalana de España con la monarquía borbónica en contra es un inconveniente importante, como recientemente lo dicho Oriol Puyol, porque ciertamente la formula: “de mantenimiento de la dinastía borbónica española, teniendo como jefe de Estado catalán el que lo sea en España, tal como sucede en muchos Estados de la Commonwealth que mantienen como jefe de Estado el británico”, que predicaban algunos, no es posible con el Rey Borbón en contra.
Y como no es cosa de resucitar la línea dinástica de la monarquía catalana que se extinguen con la muerte de Martín el Humano, sin descendencia legítima, y cuya sucesión se resolvió por medio del llamado Compromiso de Caspe, que devuelve el reino catalán a la dinastía castellana de los Trastámara, de la que son sucesores directos Fernando II de Aragon e Isabel I de Castilla, los Reyes Católicos, y cuyo bisnieto Felipe II, fue el emperador en cuyos dominios nunca se ponía el sol.
La otra solución seria la de una Cataluña independiente republicana, pero tal posibilidad hace chirriar, por los peligros populistas que se pueden dar, los cimientos del ideario conservador de CIU.
Así que se decide, aunque de momento se oculta, que lo que lo siguiente será: Ni monarquía ni republica, seremos un principado. Que es un nombre histórico y tradicional de Cataluña, se siguió utilizando en los Decretos de Nueva Planta de la administración borbónica y estuvo plenamente vigente hasta el siglo XIX. Y como no tenemos un rey, al no quererlo ser el Borbón Juan Carlos, volvamos a las Las Cortes de Barcelona de 1421, y a la constitución “Lo fruit de les lleis” (El fruto de las leyes), que encargaban a la Generalidad el cuidado del sistema constitucional del país y le conferían poder moderador con posibilidad de equilibrar el autoritarismo monárquico.
Así pues la Cataluña independiente será un principado que tutelara la Generalidad , a modo de regente, manteniéndose el sistema actual de elección del presidente de la Generalidad, que actuara como un príncipe regente.
Y eso claro esta, no es un modelo estado, “estado independiente catalán” que impida estar asociado a la unión europea, como ocurre con el Principado de Mónaco. Así pues parece lógico que la oligarquía que esta detrás de Arturo Mas tenga como fin un nuevo estado independiente dentro de Europa: el “principado catalán”.
Y ciertamente no dejan de tener razón, en tomar a Mónaco de ejemplo, pues la situación del “principado de Mónaco” es un modelo ideal para su Cataluña independiente, pues Mónaco tiene:
<< El euro, esta integrado en la unión europea, por medio de su tratado con Francia, tiene su propio poder judicial, su propio ejercito, su propia autonomía fiscal, su propia regulación de la nacionalidad y de la extranjería, su propia Seguridad Social y además no tiene problemas de desempleo, entre otras cosas porque de sus 32.796 habitantes solo 6.089 habitantes (el 16 por ciento) tiene derecho a permanente de residencia, el resto lo tiene temporal y lo deben de renovar de forma periódica y si no tienen empleo o medios de vida no se lo renuevan y se tiene que ir. >>
Por lo tanto Mónaco tiene todo lo que Arturo Mas esta pidiendo para su Cataluña fuera del Estado Español, por lo tanto es lógico que la oligarquía que lo apoya quiera que Cataluña sea un “principado”, dentro de la Unión Europea, a lo Mónaco.
Como de momento el tema del príncipe se puede solventar con la “regencia” de la Generalidad eso ya no es algo relevante porque lo importante es la independencia donde la nueva estructura del estado independiente catalán siga en las mismas manos, por lo tanto nada cambie, y la sigan controlando los que han arruinado, en beneficio propio, a la Comunidad Autónoma Catalana dentro del Estado Español.
Eso si todo elegido por el pueblo y para el pueblo, faltaría más.
Principado de Cataluña. Mapa de Cornelis Danckerts de 1696