He leído que un tal Martin Schulz, antiguo librero y alcalde de su pueblo, hoy presidente del parlamento europeo, de ideario político socialista y alemán de nacionalidad, había realizado unas declaraciones, a la vista de la contestación que se ha dado hace unos días en las calles de España, donde señalaba que : «Las manifestaciones en España muestran la amenaza de una explosión social motivada por las altas tasas de desempleo juvenil en Europa»
No comparto con el susodicho que sea las altas tasas de desempleo juvenil las que causen una explosión social, para mi seria el simple desempleo generalizado el abono adecuado de una “explosión social” , a la que añadiría los adjetivos de “generalizada y organizada” .
Aquellos que votamos al partido popular en las pasadas elecciones, y no me duelen prendas reconocer que mi voto fue para la opción conservadora, como voto útil y necesario para sacarnos de encima la lacra de la corrupción generalizada que practicaban los socialistas, nos encontramos ahora mas que sorprendidos con las “formulas liberales ” que el gobierno de Mariano ha abrazado.
Como profesional del ramo jamás pensé que la “reforma laboral” llegara a los niveles de inseguridad y desprotección jurídica para los trabajadores a los que ha llegado. Es ya evidente que la reforma laboral de Fatima Bañez, cuyo balaje curricular es casi comparable al de Pepe Blanco, aunque esta haya terminado la carrera de derecho y Pepe no, no ha detenido el constante y creciente desempleo, mas bien lo ha potenciado al facilitar el despido.
Pero además veo que en un erre que erre se continua estigmatizando a los trabajadores, a los desempleados con la reducción de las prestaciones por desempleo, a los públicos quitándole una paga tan significativa y recurrida como la paga de Navidad y a resto con deducciones de las garantías de cobro de sus salarios .
A mi no me sorprende, como parece ha sorprendido a citado Martin Schulz, al ver las manifestaciones en las ciudades españolas, ni pienso que exista riesgo de “explosión social” en el resto de Europa. A mi lo que me sorprende es que la gente haya aguantado tanto y siga aguantando tanto.
Claro esta que como observador que soy de la sociedad que me rodea la única explicación que se me ocurre ante esa falta de “explosión social” , que teme el político alemán, es que la economía esta “sumergiendo” su actividad , esto es las actividades económicas siguen dándose pero en “negro” . Algo que por cierto no interesa ni a la administración pública ni a los grandes empresarios, cuyas actividades están bien controladas por el fisco.
Cada vez aumenta más la circulación del dinero negro, un indicador de esto seria el que a pesar de la situación de deflación y de desempleo las remesas de dinero que son enviadas por los emigrantes extranjeros fuera de España haya aumentado, esto es han crecido, un 15%. Y como cada vez el posible control sobre el dinero en circulación se hace más difícil, entre otros motivos porque los medios humanos dedicados a ese fin son cada día mas escasos, sin ir mas lejos en el ultimo año de las 3000 bajas que se han producido entre los funcionarios de hacienda solo se han cubierto 300 puestos.
Así que mientras el dinero circule, en negro, en blanco o en amarillo no va haber “explosión social”, salvo claro esta que alguien consiga convocar a las masas y estas le sigan, lo cual no parece algo probable a pesar de los intentos de algunos , el ultimo ha sido Julio Anguita .
La economía tiene un doble escenario según quien sea su sostenedor, la economía particular o privada, la que se da entre las empresas, bancos y los ciudadanos, cuya activada esta basada en la activada productiva, y una economía gubernamental o de la administración publica, en todos sus niveles, local, autonómico y estatal, que tiene un actividad basada en el cobro de los impuestos y su reparto por medio de los presupuestos.
Tras la crisis producida por el exceso de liquidez, exceso de dinero, en el mercado de la economía privada que supuso la creación de la llamada “burbuja inmobiliaria” que consistió en un endeudamiento excesivo por parte de los particulares que produjo la crisis porque no se había producido dinero suficiente para devolver la deuda adquirida. Esta crisis es la que lleva a entrar en una situación de falta de recursos, de dinero, a los bancos se ha resuelto mediante los prestamos a bajo interés por parte del BCE y el FMI. Estos préstamos son los que obliga a la banca a medir sus operaciones de crédito a los particulares, precisamente para evitar los temidos impagos.
La economía de la administración publica debería de tener como fin el proporcional servicio a los ciudadanos que son los que contribuyen al pago de estos servicios por medio del pago de los impuestos. La actual crisis de la economía de la administración pública viene derivada del déficit presupuestario, esto es de la existencia de una diferencia negativa entre lo que se recauda y lo que se gasta. Esa diferencia se intenta suplir con el endeudamiento mediante la emisión de “deuda publica” que no es otra cosa que cambiar dinero por la promesa de devolver ese dinero en un cierto tiempo, eso si a cambio de un intereses.
Como resulta que la administración pública tiene una situación de déficit desde hace años cada día que pasa se endeuda más y cada día el dinero que le presentan le sale más caro, pues el interés es mayor según sea el riesgo de que no te devuelvan el dinero. Ese indicador de riesgo es lo que se llama “prima de riesgo”, cuanto mas alta más interés se paga.
En la medida que la administración publica necesita mas dinero mas presiona con impuestos a los ciudadanos cuya economía particular ya comienza a estabilizarse, por eso que el no pagar los impuestos, no es otra cosa que la “economía sumergida”. Es una forma de evitar que la crisis de la economía de la administración pública afecte y retrase la recuperación de la economía particular.
Lo que realmente produce una situación de crispación social es el elevado desempleo, que es algo que siempre se ha intentado remediar por parte del Estado por medio de los subsidios a los trabajadores parados, que es una parte importante del gasto que la economía de la administración pública ha de cubrir. El desempleo no perjudica a la economía de las empresas, más bien la favorece, por eso que el más grave error que ha cometido el gobierno de Mariano ha sido permitir o liberalizar el despido mediante la reforma laboral ultima. Las empresas han visto disminuir sus costes pero no por eso han aumentado su contribución a las arcas públicas si no todo lo contrario han hecho que las arcas públicas tengan más gastos al aumentar los gastos en prestaciones y subsidios. Al disminuir la población activa disminuyen de modo inmediato la contribución por medio de los impuestos sobre la renta y se retrasan los pagos de los impuestos que pagan las personas desempleadas sobre sus bienes patrimoniales, (casas, coches, etc. Etc.) y en definitiva disminuye el consumo sobre los bienes básicos, como la alimentación y la ropa, lo que afecta a los llamados impuestos indirectos como el IVA, así como se deja de abonar los prestamos hipotecarios o se retrasan.
No entender que el desempleo creciente afectaría a la economía de la administración pública ha sido cargar sobre la misma los costes de la crisis de la economía de las empresas y ha sido lo que ha obligado a los recortes de los gastos básicos en educación y sanidad.
El gobierno del Partido Popular debió de haber endurecido las formas para efectuar los despidos de los trabajadores, tanto los individuales como los colectivos, frenando hace seis meses el desempleo, eso hubiera contribuido a que las protestas en las calles se enfriaran, pero hizo exactamente lo contrario y ahora ese aumento de parados le esta pasando factura que se dice, pues es ahora el que le obliga a poner mas acento en las recortes, que enfurecen a los trabajadores activos, como lo son los funcionarios que ven el riesgo de ser despedidos mas alejado que los trabajadores activos no funcionarios, pues no les afecta la reforma laboral, pero que si les cabrea que les bajen el sueldo, motivo principal que les ha llevado a la calle ahora.
La calle no es necesariamente un escaparate de la situación de las dos economías confluyentes como son la privada y la publica, la calle sirve para variar las opiniones que son las que ponen y quitar a los políticos por medio de los procesos electorales, pero faltan más de tres años para las próximas elecciones. Así que mientras la economía privada subsista, repito en cualquier color, no va haber la explosión social que necesitan los partidos de izquierdas para volver al poder político.
Claro esta que siempre puede aparecer un “líder” que con la bandera de salirnos del Euro, que tampoco seria tan malo, aglutine en torno a si la suficiente gente como para llegar al próximo proceso electoral con una mayoría suficiente para gobernar, y si esto fuera así, solo si fuera de tendencias fascistas predicaría la explosión social. Verbigracia como ocurrió con un tal Adolfo en Alemania en 1933