Decía el otro día que a mí los “intelectuales que dicen que descubren lo evidente y además lo enlatan como bien propio me resultan inicialmente algo pedantes, aunque luego cuando veo que realmente lo que quieren es venderte su libro “ “ comienzo a entender mejor porqué dice lo que dicen.” ( ver )
Ahora que leo en la prensa que Gloria , Juez de lo Social, por el llamado cuarto turno, en Arrecife, se ha apuntado de puta para demostrar lo que todos ya sabíamos , vuelvo a considerar si tal acción, la de dar propaganda a un hecho ordinario como si fuera algo extraordinario, puede ser un acto de pedantería por parte de la susodicha.
Esta chica, su señoría, antes de ser juez, lo es desde Abril del año pasado, ha sido abogada laboralista en CC.OO. y ha escrito un par de libros sobre dos temas sin resolver en nuestro derecho, el acoso en el trabajo, mal llamado Mobbing , y el trabajo en los servicios personales de sexo, conocidos por prostitución. Y creo que su labor en este campo ha sido meritoria.
Ahora bien, quizás deformada por el periodista, la noticia que ahora nos ocupa no la deja en buen lugar desde mi punto de vista y puede dar lugar a equívocos.
En primer lugar porque parece que fuera que ahora que es Juez la buena de Gloria se ha dando de alta de autónomos como puta, lo cual no es cierto pues ese innecesario experimento, lo hizo precisamente para escribir su libro y cuando era solo abogada.
En segundo lugar porque creo sinceramente que esta errada cuando pide que se legalice la prostitución, pues esta ya está legalizada desde el momento en que dejo de ser delito su ejercicio de un modo individual.
Una vez más la semántica, esto es la significación de las palabras, le ha jugado una mala pasada a su señoría, porque lo que ella debe de estar pidiendo no es la legalización de la prostitución sino la regulación de la prostitución que no es lo mismo, aunque lo parezca.
Hace mucho tiempo que como profesional he tramitado altas en la seguridad social de putas, en el argot de los establecimiento de alterne se las llama “señoritas” , lo más normal como camareras del establecimiento donde trabajaban y lo más normal a tiempo parcial.
Lo que pasa es que hay que distinguir en esto de la prostitución cual es el “modus operan di “ , pues no es lo mismo una puta de 20 euros de la Casa de Campo de Madrid o de cualquier calle de una capital de provincias, que las que están bajo techo bien en los llamados establecimientos de alterne bien en pisos particulares.
Creo que su señoría ha pecado de ingenuidad al contar su experiencia en un congreso que se celebro en Cartagena, y de ahí le han colgado el “sambenito” ese de ser la Juez puta legal, pero en parte le esta merecido, lo del “sanbenito”, por contar chorradas, como esa de que se dio de alta en hacienda y en la seguridad social como trabajadora autónoma del sexo, porque lo esencial de la problemática de la prostitución no es el encasillamiento legal de su ejercicio si no la regulación de estas actividades y en tal cosa no están interesados los políticos ni los que se van ni los que vienen.